Cómo Motivarse Para ir al Gimnasio

Cómo Motivarse Para ir al Gimnasio

Mantener la motivación para ir al gimnasio no es fácil. Que se lo pregunten a la gente que se apunta ilusionadísima y luego se borra.

La verdad es que ir al gimnasio da muchísima pereza, sobre todo si estamos empezando. Hace falta un poco de motivación extra. Luego, cuando comencemos a ver los primeros resultados, engancharse será solo cuestión de tiempo.

Pero en los inicios, cuando salir de casa para ir al gym cuesta un poco más, hace falta tirar de algunos trucos para mantener el interés y las ganas.

Lo primero que recomiendo es buscar fotos de chicas guapas que nos inspiren. Las imágenes de modelos bonitas y con cuerpazo no son una excusa para coger una depresión, sino algo que podemos usar para tener ganas de mejorar y ser la mejor versión de una misma, como explico en mi libro.

De hecho, las modelos son las primeras que tienen que entrenar y sufrir para estar perfectas. Si no, mirad a las tops de Victoria’s Secret y todo lo que tienen que sacrificarse antes del desfile de cada año. No hay que dejarse engañar por la leyenda del metabolismo privilegiado de las modelos. Está claro que tienen una altura y unas medidas de ensueño que vienen de serie, pero para estar espectaculares, tienen que esforzarse como todas las mujeres del planeta.

Si Adriana Lima hace boxeo tres veces por semana, ¿cuál es nuestra excusa?

Modelos de Victoria's Secret

El segundo truco para mantener la motivación para ir al gimnasio es hacernos con un buen equipamiento deportivo, que sea chic y nos haga sentir bien. Ir a entrenar con una camiseta medio rota y unos leggins horripilantes no tiene nada de malo, pero llevar ropa de deporte bonita y sexy anima, ayuda e inspira. Si antes de entrenar ya nos vemos guapas solo por la ropa de deporte que llevamos, mantener el interés por la rutina de deporte será más sencillo.

Por ejemplo, es buena idea comprar unos leggings moldeadores que estilicen la figura y levanten el trasero. Os recomiendo que busquéis en Oysho: tienen ropa deportiva preciosa y que sienta como un guante. Y no os olvidéis de unos buenos accesorios, como unos auriculares y unos guantes especiales para levantar pesas y que la mano no resbale por el sudor.

Otro consejo es que, de camino al gym o en casa, escuchéis música que os motive y os enganche. A mí me encanta escuchar las canciones movidas que los profesores ponen en las clases. En Spotify podéis encontrar muchas listas de música fitness.

Cómo Motivarse Para ir al Gimnasio

El siguiente consejo para ir al gimnasio con ganas y motivación es seguir una dieta más saludable. No necesariamente para perder peso. Las comidas grasas, pesadas, y en definitiva, inadecuadas, ralentizan los resultados y deprimen. A todo el mundo le pasa: tras el subidón inicial, nos sentimos fatal después de un festín de comida basura.

Según los expertos en fitness, si la rutina es buena y somos constantes, podemos permitirnos una comida calórica a la semana, del tipo que sea. Pero solo una, y una vez al día. Si en vez de una noche a la semana, comemos mal dos e incluso tres, el balance calórico de la semana se altera y todo lo que hayamos hecho en el gimnasio los días anteriores no servirá para nada. O no habrá servido de mucho.

Aparte de eso, recordad que alimentos como la pasta y el arroz pueden hacer que nos sintamos pesados antes de entrenar, y con una leve sensación de somnolencia. En mi caso, siempre me ayuda comer ligero durante el día.

Es buena idea aumentar el consumo de frutas y verduras, reducir los lácteos y buscar alimentos sanos, aunque sean calóricos, como el aguacate, los plátanos y los dátiles. Aportan energía y fibra y son nutritivos.

Frutas Antes de ir Al Gimnasio


El último consejo es buscar un plan de entrenamiento que nos motive y nos guste. Las rutinas duras que incluyen sesiones maratonianas de running o bicicleta pueden ser muy aburridas. Para algunas personas, correr o sentarse en la elíptica es una tortura. Si es el caso, parad: no sigáis ni un minuto más. Si no, estaréis cada vez más cerca de daros de baja en el gimnasio.

Personalmente, encuentro las clases dirigidas mucho más útiles, divertidas y motivadoras. Los resultados son aún mejor y la energía de la clase engancha y hace que den ganas de trabajar más y de ir al gimnasio cuando toca. De verdad, hay vida más allá del running. Y por supuesto, no os olvidéis de dedicar un día a actividades más tranquilas, como el Pilates o el yoga.

¡A moverse!