Dormir bien (y dormir mal) tiene mucho que ver con el aspecto de nuestro rostro. Las ojeras, la cara de cansancio, la piel apagada… todo eso puede deberse a muchas causas, pero la falta de sueño está muy relacionada con esos problemas.
No tiene nada que ver con las horas. Lo aconsejable es dormir ocho, pero mucha gente funciona perfectamente con siete. Lo mismo sucede al contrario. Parece que dormir muchas horas es mejor, pero no es cierto. Si yo duermo más de nueve horas, tengo garantizada una jornada de cansancio y somnolencia al día siguiente. Se trata de encontrar el equilibrio, ¡y de dormir bien!
Mientras duermes, tu cuerpo produce la famosa hormona del crecimiento, un ingrediente crucial en la formación del colágeno. En la fase de sueño profundo, esa hormona ejerce un efecto reparador sobre los tejidos, músculos y huesos.
A nivel estético, la falta de sueño tiene otras consecuencias:
-Aumenta el porcentaje de grasa corporal.
-Disminuye la función de las membranas mucosas.
-Aparición y aumento de grasa abdominal.
¡Apágalo todo!
A no ser que se trate de una emergencia, apaga el portátil una hora o dos antes de meterte en la cama. Lo mismo con el móvil. Si tienes que dejar algún mensaje de buenas noches, hazlo, pero no te pases los instantes antes de irte a dormir chateando o jugando al Candy Crush. La luz de los dispositivos electrónicos cambia los ritmos biológicos y tiene efectivos negativos sobre el sueño. Está demostrado que utilizar esos aparatos consigue que tardemos mucho más en dormirnos y hace que nos sintamos más fatigadas por la mañana.
Si te gusta leer un poco antes de dormir, utiliza un dispositivo e-Book o elige el modo nocturno en tu iPad. Encontrarás esa opción en la parte derecha del lector de libros, en el mismo lugar donde se puede cambiar el tamaño de la letra.
También es importante que todos los dispositivos estén alejados de tu dormitorio y, si no es posible, de tu cama. Tener el móvil al lado de la cama (o peor aún, ¡debajo de la almohada!) altera el sistema de autorregulación del reloj biológico. Si necesitas la alarma del teléfono, deja el móvil en el otro extremo de la habitación.
Utiliza suplementos
No soy partidaria de los somníferos, a no ser que se trate de problemas psicológicos graves que afecten al sueño. Esos momentos antes de dormir pueden ser terribles para personas con ansiedad o depresión, y es lógico que necesiten ayuda.
Si no tienes ningún problema de ese tipo pero padeces de insomnio, no significa que tengas que pasarte la vida tomando una camomila antes de dormir y sin ningún resultado. Yo sufría de insomnio, pero no tenía ningún trastorno, ni estaba deprimida, ni tenía problemas que me angustiaran. No podía, ni quería, tomar fármacos, pero estaba claro que necesitaba algo.
La solución fue la melatonina. La melatonina es una hormona que se encuentra de forma natural en el organismo. Se segrega a través de la glándula pineal, situada en la zona central del cerebro. Cada noche, nuestro cuerpo produce melatonina para ayudarnos a conciliar el sueño. Por desgracia, nuestra cantidad de melatonina disminuye con el paso del tiempo. Los suplementos de melatonina solo contienen esa hormona, no tienen efectos secundarios y no crean dependencia.
Solo hay que tomar una cápsula media hora antes de irnos a dormir, intentando que no sea más tarde de las doce de la noche. Hay varios tipos de melatonina. En España, el máximo permitido es de 1,5 mg. Superar la dosis recomendada o no, es tu elección. Si quieres una cantidad más elevada de melatonina, en iHerb tienes la de la marca Natrol, con melatonina de hasta 10 mg. Normal, cada noche, millones de estadounidenses necesitan medicación para dormir, ¡no están como para prohibir la melatonina! Si quieres un consejo, yo he probado muchas, de 3 mg, incluso de 5 mg, y prefiero hacer caso a nuestros médicos y no pasar de 1,5 mg.
Si no te va… ¡no hagas siesta!
No entiendo por qué la gente habla tantas maravillas de la siesta. A mí me sienta fatal. Me levanto con dolor de cabeza, hinchada y sintiéndome mal. Me deprime, como si hubiera tirado parte del día a la basura sin ninguna razón. Y lo peor, soy incapaz de estar echada un ratito, como recomiendan. Por supuesto, una siesta de más de una hora altera el sueño nocturno, ya que hace que nos cueste más dormirnos cuando toca.
Cada persona sabe lo que le va o lo que no, pero es difícil ir contra corriente con las creencias que todos damos por buenas. La siesta está bien, es sana, es beneficiosa… pues no, no siempre. Si sabes que te sienta mal, aguántate y no duermas durante el día. Y si tienes problemas para dormir por la noche, ni te lo pienses. Simplemente, erradícala de tu rutina.
Nada de grasas por la noche:
Nunca he creído en eso de «come como un príncipe y cena como un mendigo». Me gusta cenar lo que me apetece, y no suele ser poco, porque por la noche me relajo, es el mejor momento del día para mí, y me encanta prepararme algo rico. No soy de las que cenan una ensalada y un yogur.
Eso no quiere decir que la noche sea Sodoma y Gomorra. Hay alimentos que aumentan la acidez del estómago y que deben evitarse antes de ir a la cama, como los embutidos, los quesos grasos y los fritos, las salsas y los picantes.
Bye cafeína después de las 5 de la tarde:
La cafeína es algo a evitar después del mediodía. Lo aprendí leyendo libros de nutrición, e intento llevarlo a rajatabla. Tomar un café a media tarde tiene mucho que ver con la dificultad a la hora de conciliar el sueño, así que elige siempre la opción descafeinada. Si te gusta el té, tendrás que descartarlo a partir de esa hora.
Ritual relajante:
Léete este post y aprende a dedicarle un buen rato a tu belleza cada noche. También te ayudará a dormir.
Colágeno por favor:
El colágeno se debe tomar por la noche, un rato antes de dormir, para aprovechar el proceso regenerador de la piel, que tiene lugar antes de las dos de la madrugada, hora arriba, hora abajo según la persona. Tomar un buen suplemento de colágeno antes de dormir es la mejor forma de sacarle el máximo partido a tu belleza, porque no vas a encontrar un momento mejor para hacerlo. Ni la mejor crema de noche puede superar los resultados del colágeno bebible.
¡Dulces sueños!
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