CURSO DE MAQUILLAJE EN ARMANI BEAUTY

CURSO DE MAQUILLAJE EN ARMANI BEAUTY

Los cursos de maquillaje que ofrecen en los stands de marcas de lujo en El Corté Inglés siempre me han encantado. Me parecen muy útiles, valiosísimos, y la mejor manera de reponer o hacernos con un buen arsenal de productos a la vez que aprendemos algo. Elegir la firma es lo más difícil, ya que normalmente el personal de esos stands está muy cualificado, así que creo que la decisión tiene que depender de qué marca nos gusta más. Es decir, una sesión de maquillaje en Chanel puede ser algo magnífico, pero si nunca has comprado maquillaje de Chanel ni tienes intención de hacerlo, no tiene mucho sentido.

Por eso suelo hacer esos cursillos en los stands de Armani, porque es una firma que desde que la descubrí se ha convertido en una de mis favoritas, por no decir la favorita absoluta. Soy un poco voluble, me gusta cambiar, estoy abierta a otras opciones, y desde que compro por internet me he hecho adictas a firmas como Chantecaille o Charlotte Tilbury, pero Armani siempre está ahí, y hay ciertos productos que nunca dejo de comprar, porque son imprescindibles. Cuando se me acaban o me toca renovar un poco las compras, aprovecho para hacer el cursillo. Llevaré unos cuatro o cinco.

Que nadie me mal interprete, no es que haya salido de esos cursillos con la habilidad de un profesional. Pero se aprenden cosas muy útiles, y de algunas no te olvidas nunca. Gracias a los cursillos aprendí a aplicar la base de maquillaje, el corrector. Ahora tenía ganas de perfeccionar un poco la técnica del perfilado de ojos, ya que no me gustan las sombras ni me interesan los ahumados. Además, ya habían pasado tres años desde el último cursillo. Ya era hora de volver.

Giorgio Armani Beauty me pirra porque es una firma sofisticada, de una calidad extraordinaria y el acabado de sus productos es perfecto. Impecable. Espectacular. Es poco probable comprar algo y llevarse una decepción. La descubrí en 2011, empecé poco a poco, comprando los básicos de la marca, luego me volví loca y llegué al punto de tenerlo todo de Armani, hasta que volví a cambiar y he vuelto a la época en la que compraba solo los imprescindibles. Quizá porque ahora soy más mayor, y mis gustos son cada vez más conservadores, más fijos.

El personal está muy, muy bien formado, y esa es otra de las garantías a la hora de hacer el curso. Son maquilladores que buscan la perfección de la piel y la elegancia. No es como MAC, donde siempre tienden a buscar la creatividad y el colorido. Lo siento, pero ya no tengo ganas de parecer un papagallo. Solo quiero una piel impecable y sin imperfecciones, unos labios gruesos y naturales, y unos ojos oscuros e intensos. Nada más.

En Armani no suelen haber rotaciones de personal, me llevé una alegría al ver que en el stand estaban las mismas chicas. Me atendió Dunia, una chica que no conocía, pero me alegré muchísimo de que me tocara ella. Tiene unos gustos muy parecidos a los míos, le horroriza el contorneado y las cejas súper gruesas y perfiladas que tan de moda están ahora, y además ha sido muy intuitiva conmigo. Se dio cuenta rápido de que yo era un poco perezosa y con poco interés real por el maquillaje. Es decir, me encanta estar guapa, pero no siento mucho entusiasmo por las brochas y los colores. Me gusta acabar pronto, y si tengo que esmerarme demasiado, se me quitan las ganas.

Giorgio Armani Stand

Elegimos un look con sombras marrones y berenjenas para potenciar el color de mis ojos, con un perfilado difuminado en negro para dar intensidad a la mirada, y para que yo pudiera hacérmelo en casa. Mi idea fija era llevarme el perfilador negro Smooth Silk Eye Pincel, el mejor lápiz que se puede encontrar en el mercado. Pinta con intensidad, es blando y se trabaja muy bien. También tiene incorporada una esponjita negra para difuminar. Una maquilladora profesional siempre va a hacer el difuminado con una brocha biselada y sombra de ojos, para conseguir un resultado más impecable y preciso, y eso es lo que hizo Dunia conmigo, pero al menos sabía que con el perfilador podía conseguir algo parecido.

Descubrí que tengo la piel de los párpados mucho más oscura que la del resto del cutis, algo en lo que nunca me había fijado. Los ojos son la zona más problemática de mi cara, ya que tengo ojeras, falta de luminosidad en el contorno y los párpados un poco pesados, consecuencias del insomnio que estuve arrastrando durante años. Pero como aún soy joven, no hay nada que la buena mano de un maquillador no solucione. Dunia me explicó que era importante que trabajase mis párpados al igual que haría con la piel: corrector, polvos fijadores, iluminador, corrector. No sé si llegaré a tener la paciencia para tanto, pero el resultado fue espectacular. Parecía otra. Si hubiera hecho una foto del antes y el después de mis ojos, podrían haberla usado con fines publicitarios.

Los polvos fijadores eran traslúcidos, ya que como cualquier mujer de subtono amarillo y piel bronceada/cetrina, mi tono se altera enseguida y en cuestión de días. Me parecieron sublimes.

polvos-traslucidos-armani-daiquiri-girl

Para perfeccionar la piel, un poco de base Silk Luminous Foundation. ¡Las vueltas que da la vida! Hace años, usar la base más famosa de Armani era algo imposible. Con mi piel con tendencia grasa y los granitos que me amargaban la vida, una base líquida que potenciaba la luminosidad y no el control de brillos era incompatible conmigo. Pero ahora las cosas han cambiado, mi piel es otra, y ya puedo disfrutar de sus beneficios. El resultado no ha podido ser más bonito. Y Dunia ha sabido encontrar mi tono ideal, compatible con los días en los que mi piel baja o sube un tono… alucinante. Me estoy planteando seriamente volver y llevármela.

Eso significa que mi idilio con la base en formato mousse y de efecto mate Face Fabric ha terminado. ¡Adiós, gracias por todo!

Tenía muchas ganas de llevarme los polvos bronceadores Sun Fabric Bronzer, que no podían ser más preciosos, con un envase tan especial y lujoso que te puede hacer sentir como si te hubieras dado el capricho de tu vida. Y un precio igual de lujurioso: 55 euros. Mi límite de precio con los polvos bronceadores es de 40, que es lo que cuestan los Casino de NARS, mis preferidos. Pero estaba dispuesta a cruzar la línea y llevarme esa preciosidad. Mi decepción vino cuando vi los cuatro tonos disponibles y me di cuenta de que ninguno me servía 🙁

sun fabric armani

Es el eterno problema de los polvos bronceadores. O son muy claros, o son muy naranjas, o llevan un subtono teja-ladrillo que me horroriza… Ninguno de los colores era el mío. Pero está bien, no todo podía ser perfecto. Giorgio Armani Beauty es una marca excelente, pero lo mejor que tiene por este orden son las bases, los labiales rojos, los correctores y los perfiladores de ojos. Si os interesa especialmente comprar uno de esos productos, pero de una gran calidad, una pequeña inversión en el stand de Armani será una de vuestras mejores compras.

Lo que sí he dejado de lado definitivamente son los productos de tratamiento. Ya me he construido mi pequeño imperio de bálsamos, lociones y aceites, y no me voy a mover de ahí. La época en la que iba y me compraba el último sérum ya ha pasado. Reconozco que se me ha caído la baba cuando he visto la crema de contorno de ojos Crema Nera, el producto más caro de la marca, (lo he probado y es divino), pero he conseguido resistir.

armani stand2 corte ingles

Al terminar, el look no podía ser más bombshell: piel radiante, ojos oscurísimos e intensos y labios naturales con un poquito de perfilador y brillo. De petarda a parecer una modelo en cuestión de una hora. Ése es el milagro del maquillaje. Pero también os digo que yo he hecho cursos con otras marcas, y a veces he salido decepcionada, otras he salido espantada (hola MAC: piel acartonada y ojos con sombras azules y verdes), y algunas he salido pensando que bueno, que estaba bien pero que no era para tanto. Con los cursillos de Armani siempre siento que con el maquillaje puedo conseguir la perfección que tanto me gusta. ¡Solo necesito acordarme de todo lo que me han enseñado y aplicarlo!

Después del maquillaje, tocaba probar los perfumes. Como buena adicta a los perfumes exclusivos, pasé de largo por los más comerciales y quise probar los perfumes Prive, los perfumes de súper lujo de Armani. Como cualquier perfume nicho, tienen un proceso de fabricación más largo y elaborado, los ingredientes son más exclusivos, y el aroma no se parece a ningún otro que hayamos probado antes. Me puse un poco del último, Prive Vert Malachite, el más parecido al perfume de jazmín que retiraron hace algún tiempo. El frasco es una pura obra de arte. Al principio me gustó pero el aroma floral se convirtió en un olor más empolvado al cabo de unas horas. Creo que la versión Rouge hubiese sido mejor.

Armani Prive Parfum Vert

Por último, un par de muestras: de la maravillosa base, y de la máscara Eyes To Kill, la que estuve comprando durante mucho tiempo hasta que me harté y me pasé al low-cost. Las muestras de máscara son geniales porque duran mucho y te permiten saber si el producto es para ti o no. Las muestras me vuelven loca. Echo de menos cuando estaba Mireia, una chica encantadora que se fue para trabajar en la tienda de Jo Malone. Me llenaba de muestras de TODO. ¡Qué tiempos aquellos!

En resumen, una buenísima experiencia, me llevo un par de conocimientos nuevos que rezo para que no se me olviden, y mis productos imprescindibles vuelven a casa con mamá. Os escribiré sobre ellos la semana que viene.

Armani Cosmetics Curso 23

El curso es gratuito, y la marca te lo ofrece si compras un mínimo de tres productos.

(Me han atendido en el stand de El Corte Inglés de Plaza Catalunya, donde siempre están las mismas chicas, que son adorables, y se compra muy a gusto con ellas. En el stand de Diagonal siempre me han parecido mucho más estirados).