Os enseño algunas de mis últimas adquisiciones de Hei Poa para que conozcáis un poco mejor la marca. Os he hablado de ella varias veces en el blog porque es una de las firmas de productos de aceite de monoï más famosas en España, y la que tenemos más a nuestro alcance. También es una de las que más variedad de artículos tiene, y eso es estupendo, porque el monoï es demasiado maravilloso como para que nos limitemos a usarlo en formato aceite. Tener una gama completa de productos de belleza de monoï me encanta.
La edición limitada Monoï Tiaré Happy es la versión especial del aceite de este 2016. Recuerdo que os hablé de la del año pasado, que compré en Ibiza, y que se llamaba Elixir de Amor. Las ediciones limitadas suelen ser mezcla de aceite de monoï con otras fragancias, ésta lleva un toque de vainilla, frutas y notas amaderadas. Deliciosa.
También tengo el aceite puro y simple de monoï, para tener siempre en casa y que no me entre el pánico cuando me falte, y un capricho, el aceite de monoï especial para el cabello. Como os he explicado muchas veces, el aceite de monoï es el mejor tratamiento nutritivo para usar antes del lavado: deja el cabello suave, perfumado e hidratado. Para llevarlo a cabo, podéis usar vuestro aceite de monoï favorito, sin más. Pero Hei Poa ha querido ir más allá con el tema capilar, y han sacado su propia versión para proteger y nutrir la melena: el aceite reparador capilar, que está hecho en un 95% de aceite de monoï y el resto, de componentes hidratantes especiales para el cabello. De esta manera, lo tratamos aún más en profundidad.
El ingrediente extra para nutrir el cabello es el fitantriol, muy utilizado en productos capilares. Es simplemente una sustancia protectora que protege el cabello ante el desgaste natural provocado por las agresiones externas. Así evitamos su deterioro, y sumado a la acción del aceite de monoï, tenemos un súper producto capilar. Como ahora estoy haciendo un tratamiento intensivo antes del verano y de mi siguiente retoque de la keratina, le estoy dando mucho uso. Solo cuesta 10 euros, 3 euros más que el aceite de monoï que suelo usar.
El protector solar ha sido toda una sorpresa, porque ya os he contado alguna vez que odio los aceites para tomar el sol, pero éste tiene factor 30, se absorbe rápido y es hidratante sin agobiar, así que no tiene nada que ver con esos aceites que hacen que te sientas como un huevo frito. Tiene un aroma increíble y deja la piel protegida y satinada.
La manteca la estoy utilizando para hidratar las piernas antes de mi próxima sesión de láser, ya que la chica que me depilaba me dijo que las tenía un poquito secas. Lleva aceite de coco.
