La Historia de la Emperatriz Teodora

La Historia de la Emperatriz Teodora

Teodora de Bizancio es una mujer que, dicen, pasó de ser una prostituta que atendía a treinta hombres por una noche, a convertirse en la esposa del mismísimo emperador Justiniano.

¿Cuál es la increíble historia de una mujer que llegó a lo más alto de la nada más absoluta?

Teodora nació alrededor del año 500 en Chipre. Su familia vivía en la miseria y decidió trasladarse a Constantinopla en busca de una vida mejor. Al final, esa vida mejor consistió en trabajar en el Hipódromo de la ciudad, el equivalente bizantino del coliseo romano, cuidando animales salvajes. Cuando su padre murió, Teodora y su hermana se quedaron completamente solas. No les quedó otro remedio que prostituirse para sobrevivir.

La Historia de la Emperatriz Teodora

A los dieciséis años, Teodora ya era la meretriz más cotizada de Constantinopla, gracias a la calidad de sus espectáculos sexuales y a su propio encanto personal. «No sabía bailar, ni cantar, y sus habilidades se reducían a la calidad de pantomima; solo destacaba en los papeles de bufón», escribieron sus enemigos años más tarde.

Uno de sus clientes, un oficial sirio, la dejó abandonada durante un viaje a Egipto. Fue entonces cuando se cansó de esa vida indigna y empezó a trabajar hilando lana. Hay otra versión, publicada en La Historia y Decadencia del Imperio Romano. Dice que en un momento dado, Teodora se dio cuenta de que estaba destinada a algo grande. Muy grande. Sabía que las malas energías de la prostitución alejarían de su vida cualquier cosa buena que estuviera a punto de llegar. Tenía razón, porque poco después conoció a su gran amor.

Según Procopio de Cesarea, Justiniano empezó a sentir un amor obsesivo hacia Teodora. Al principio era una más de sus amantes, aunque más tarde la ascendió a la dignidad de patricia. Conocía su pasado, pero no le importaba. Nadie pudo impedir que Justiniano y Teodora se casaran en el año 525. Dos años después la pareja se convirtió en dueña absoluta del Imperio. Teodora, después de muchos años de penurias, había conseguido lo que jamás llegó a imaginar ni por un segundo: ser la emperatriz de Bizancio.

La Emperatriz Teodora

Los libros dicen que era una mujer brillante y encantadora. Sus desgracias pasadas también habían fortalecido su personalidad. Era inteligente, ambiciosa y astuta.

Convenció a Justiniano para que le diera poder como soberana, no solo como consorte. Pronto demostró ser mucho más sabia que su esposo. En poco tiempo, Teodora se convirtió en la mejor consejera del emperador. Incluso supo elegir a los mejores colaboradores para él. Todos los funcionarios del imperio se inclinaron ante ella para jurarle fidelidad.

Teodora, la Emperatriz de Bizancio

Cuando llegó la primera revolución del pueblo y Constantinopla fue arrasada por el fuego, el emperador quiso huir. Pero Teodora se negó a escapar como si fueran un par de pordioseros. Si tenía que morir, lo haría como emperatriz. Mirando a los ojos a su esposo, dijo: «Cuando una causa corre peligro hay un solo camino a seguir: aprovechar la situación actual. En estos momentos la huida es inapropiada, incluso si lleva consigo la salvación».

La decisión de Teodora fue un error. Justiniano, animado por el valor de su esposa, detuvo la revuelta asesinando a más de treinta mil personas. Su pueblo jamás se lo perdonó. La popularidad de la pareja real quedó completamente destruida. Cuando pasó el tiempo y los hijos no llegaron, todo el mundo lo atribuyó a un castigo divino.

Cómo era la Emperatriz Teodora
La Historia de Teodora

La emperatriz Teodora nunca olvidó su antigua profesión. Eso se nota analizando las leyes que añadió al tratado Corpus Juris Civilis, la obra legislativa de Justiniano. Algunas de ellas fueron la prohibición de la prostitución forzosa, el derecho de la mujer al divorcio y al aborto, la abolición de las penas por adulterio, el reconocimiento a los hijos bastardos y un castigo ejemplar a los violadores.

Los líderes de la oposición se echaron las manos a la cabeza cuando escucharon esa parte de la compilación. ¿A quién le importaban las mujeres? O mejor dicho, ¿a quién le importaban las prostitutas, las violadas y las que tenían hijos ilegítimos? A Teodora.

La emperatriz Teodora tenía el cabello castaño oscuro y nunca se lo cortaba. Era lo acostumbrado entre la realeza de la época. El peinado favorito de la reina era un recogido en lo alto, cubierto por una corona de oro y  con dos hileras de perlas cayendo por los lados. Es el peinado que aparece en las pocas representaciones y mosaicos que hay de Teodora.

Era de pequeña estatura pero los archivos la describen como una mujer de silueta perfecta. No queda muy claro qué significaba eso exactamente, ya que sabemos que los cánones de belleza han ido cambiando según la época.

Teodora, la Emperatriz
Grandes Mujeres de la Historia: la Emperatriz Teodora

Que la mayor fuente de información sobre la emperatriz Teodora sea la biografía que escribió uno de sus mayores enemigos es una injusticia. Pero como suele ocurrir, el tiempo ha confirmado algunas de las informaciones y desechado otras. Es probable que Teodora naciera en Siria en realidad, y no en Chipre. Puede que muchos la llamaran chipriota debido a que en aquella época la mayor parte de las prostitutas del imperio venían de allí.

Algunos historiadores también ponen en duda la historia sobre el espectáculo sexual más popular de Teodora en su época indigna. Uno en el que supuestamente se tendía en el suelo desnuda y con grano sobre el cuerpo mientras unas ocas la picoteaban.

Teodora y Justiniano

Al menos la alta costura ha sido justa con la emperatriz Teodora. Aunque no es una reina tan famosa como las Tudor, Sissí de Austria o Cleopatrala industria de la moda le ha rendido homenaje más de una vez. Sus gustos en peinados, anillos y vestidos han permitido que se creen colecciones enteras. Incluso Kate Perry ha llevado algunos de esos diseños.

Karl Lagerfeld también pensó en la emperatriz Teodora para su colección Paris Byzance de 2011.

Colección de Moda Inspirada en Teodora

La emperatriz Teodora se fue de este mundo a los cuarenta y siete años. Murió víctima de un cáncer de origen desconocido y dejó a Justiniano destrozado. El emperador ni siquiera fue capaz de mantener la compostura en el entierro de su esposa, y ya no supo qué hacer con su vida durante los diecisiete años que pasó sin ella. Se convirtió en un rey insoportable y amargado hasta su muerte en el año 565.

3 Comments
  1. Daiquiri por lo visto este tipo de mujeres causan mucha fascinación, y creo que el punto que a todas las une es el poder que tenian sobre hombres poderosos, el enamorarlos locamente, cual crees que es la característica que las hacia asi? Es la belleza o la personalidad? Seria una buena entrada para que escribieras sobre ella, me parece muy interesante.

    1. Piensa que antes de conocer a Justiniano tuvo algunos fracasos, había clientes que se la llevaban de viaje unas semanas y luego la dejaban y ella tenía que volver al hipódromo sin nada. Es una mezcla entre belleza y personalidad, pero también creo que Justiniano era su destino y ese es el motivo principal. Antes de él hubo muchos que pasaron de largo.

  2. Muy interesante la historia de esta mujer, te recomiendo un libro sobre las grandes seductoras de la historia «Seductress» de Elizabeth Prioleau, una lectura didáctica y muy entretenida.
    El brazalete me parece horrendo, no me gastaría lo que cuesta ni aunque me sobrara el dinero XD

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