Belén Rodríguez ha aprovechado las vacaciones que le han dado en la televisión italiana para llevarse a toda su familia a uno de sus destinos favoritos: Ibiza. Allí ha tenido oportunidad de mostrar su increíble cuerpo.
No tengo nada en contra de Ibiza, pero a veces me cuesta entender por qué los famosos vienen siempre aquí a pasar el verano. ¿No quieren conocer mundo? ¿Es que no hay más sitios? Si buscan relax o privacidad, en estas fechas Ibiza está a tope de famosos y futbolistas, lo que me hace pensar que esta gente va a la isla para ver y dejarse ver.
Pero da igual. Belén ha alquilado una villa y se ha llevado a sus padres, a sus hermanos, a las parejas de sus hermanos, y a su hijo. Como se acaba de separar de su marido, éste va a ser su primer verano como soltera. ¡Miaaaau! ¡Qué tipazo tiene!
Parece que durante sus vacaciones ha dejado de lado su rutina fitness, que es bastante estricta. Aunque dicen que el secreto de un cuerpo diez es 70% dieta y 30% ejercicio, Belén prefiere la fórmula contraria. Le encanta comer y casi cada noche cena fuera de casa.
En Italia, entrena todos los días con un preparador físico, y suele optar por el crossfit, una rutina de ejercicios variados a alta intensidad. También le gusta mucho el entrenamiento funcional, los ejercicios para abdominales con la fitball y las cuerdas. Su entrenador personal es Francesco Piselli, que también trabaja con otras famosas italianas.
El resultado… pues ya veis.
Me ha sorprendido leer que la prensa italiana ha criticado su entrenamiento, definiéndolo como excesivo y demasiado militar. Yo creo simplemente que Belén es una mujer muy perfeccionista, y que su entreno se debe a una simple suma de dos más dos.
Vive de su físico y tiene que estar perfecta, pero no quiere renunciar a la buena mesa y no es de ésas que adoran los zumos verdes y los aguacates. Ha tenido que elegir y ha elegido una rutina fitness intensa para poder seguir comiendo lo que le apetece. Ella misma ha reconocido que le gusta «estar muy delgada» porque lo encuentra elegante. Entonces, para que el balance calórico cuadre, le toca quemar grasa con el ejercicio.
Que su dieta es como la de cualquier persona normal es algo que saben todos sus seguidores. Ella misma suele colgar fotos de lo que come, y las ensaladas brillan por su ausencia. Se nota que el tema de la alimentación sana no es una preocupación para ella. Sana, para entendernos, como la entienden la mayoría de las famosas en sus circunstancias. ¡Comer pasta tampoco tiene nada de malo! Y como buena argentina, a Belén le encanta el mate.
Ok, su increíble cuerpo es algo alucinante, un gran trabajo. De donde no está tan bien es de cara. No sé qué le ha pasado pero ha perdido la frescura. Cada vez parece más una señora operada con exceso de bótox en la cara. La razón se me escapa. Es joven, tiene solo 31 años, tiene acceso a los mejores cosméticos y tratamientos del mercado… ¿entonces qué ha pasado?
Que ella misma tampoco se ve bien es evidente si observamos las fotos de su Instagram. Si os fijáis, en el 90% de las fotos sale de lado, con la foto tomada desde arriba. Nunca se toma fotos de frente, ni del lado izquierdo de la cara. Es siempre el mismo ángulo, una y otra vez. Eso es inseguridad pura y dura. Que nosotras, que no somos nadie, nos hagamos fotos desde el lado bueno es normal, ¿pero una mujer famosa, que lleva ocho años saliendo en la televisión todos los días? Incluso en la mayoría de sus vídeos se enfoca la mitad de la cara.
También la han pillado haciendo muchas chapuzas con el photoshop para acortarse la nariz y alargar el mentón.
Sus labios empiezan a tener vida propia. ¡De verdad, que manía con inyectarse en la boca! ¿Es que no se dan cuenta de lo mal que queda?
¿Qué os parece el increíble cuerpo de la argentina?