El Agua Termal es una Maravilla Para la Piel

No me puedo creer que aún no haya hablado de uno de los cosméticos que más me gusta: el agua termal.

Como su nombre indica, se trata solo de agua termal, que debemos aplicar vaporizándola sobre el rostro. Es maravillosa. Hace siglos que la compro y cuando llega el verano me convierto en una adicta. La uso a todas horas. Además de refrescante, el agua termal deja la piel suave y calmada y remedia y previene la deshidratación.

En realidad no es más que agua de lluvia enriquecida de los minerales que se encuentran en las capas subterráneas de la tierra. Ese alto nivel de mineralización, sumado a su temperatura, superior a la de las aguas marítimas u oceánicas, convierte al agua termal en un agua con efectos terapéuticos y rejuvenecedores.

Algunas de las principales marcas de cosmética de farmacia, como Avène, Vichy y La Roche-Posay, fueran creadas precisamente a partir de las aguas termales de los manantiales franceses que les dieron el nombre.

El agua termal en spray empezó a ser más conocida cuando se supo que era el gran truco de las modelos y actrices para mantener la piel hidratada durante los viajes en avión. Todas se quejan mucho de los vuelos largos porque el aire presurizado de la cabina se lleva la humedad natural de la piel. La crema de siempre no funciona, porque durante los vuelos, el cuerpo provoca la hormona del estrés, que interfiere en el estado de la barrera natural de la dermis. En esas condiciones, una crema o un gel se da de tortas con la piel.

Alguien descubrió que con el agua termal eso no pasaba, y la voz se fue corriendo.

Yo la empecé a usar cuando me enteré de que mi piel grasa estaba también deshidratada. La sensación de frescor y bienestar que venía tras el primer flusss se convirtió en una adicción. Y si encima se suponía que le estaba proporcionando a mi piel minerales protectores, oxigenantes, antiinflamatorios, cicatrizantes, protectores, regenerantes, etc… ¿para qué pedir más?

Al final, después de probar muchas, mi favorita es la de la marca URIAGE.

¿Cómo podéis usarla? ¡La lista es infinita! Lo genial del agua termal es que podéis usarla en todo momento, en cualquier situación, a cualquier hora, incluso con maquillaje o sin él. Podéis vaporizarla en la cara nada más levantaros para activar la circulación sanguínea. O por la noche, después de la limpieza, como producto tonificante. También mientras tomáis el sol, para evitar la deshidratación y refrescar la piel. En invierno, para calmar la piel después de la exposición al frío, el viento o la calefacción. Y también lo largo del día, cuando os notéis cansadas, con la piel tirante, o simplemente porque os apetezca.

Incluso podéis usarla después de haber aplicado el maquillaje, para ayudar a fijarlo.

También es el producto ideal para utilizar después de la ducha, cuando la piel siempre está un poco tirante y aún no apetece usar la crema hidratante.

Es importante que después de un rato, la sequéis suavemente con una servilleta, para evitar que el agua se evapore sobre el rostro y arrastre con ella el agua natural presente en la piel. En verano, o con la llegada del calor, es buena idea meter el agua termal en la nevera para multiplicar la sensación de alivio y frescor.

¿A qué esperáis para haceros con una?