Cómo Tener los Ojos Relucientes

Dicen que los ojos son el espejo del alma, pero son las condiciones de la esclerótica lo que puede marcar realmente la diferencia.

Os invito a que le echéis un vistazo a una portada de revista en la que aparezca una modelo espectacular, o a cualquier escena de una película en la que salga una actriz bellísima. Veréis que sus escleróticas siempre están blancas como la nieve. Cuánta más sensualidad y fuerza requiera el personaje, la fotografía o el contexto del trabajo que se está realizando, más notorio es ese efecto de ojos de fiera en la mujer.

Cuando utilizo la palabra artificial lo hago en sentido literal. Hay muchos trucos a los que la industria recurre para hacer que los ojos de las famosas en la ficción. Los retoques digitales han hecho que sea todavía más fácil crear ese contraste entre el color del iris y el blanco luminoso de la esclerótica. Es esa disparidad lo que hace que los ojos parezcan más luminosos, transmitiendo vitalidad, fuerza y chispa. Cuando son opacos y parecen irritados, hacen pensar en infertilidad y mala salud, al igual que sucede con la piel deshidratada y los labios resecos.

El producto más conocido en la industria de la belleza para conseguir unos ojos relucientes son las gotas azules de Innoxa. El secreto está en el color azul, que neutraliza el tono amarillento de los ojos, haciendo que se vuelvan instantáneamente blancos. El efecto calmante de los extractos de plantas de su composición hacen que estas gotas sean uno de los grandes win-win para los maquilladores. Necesitan que las modelos tengan los ojos frescos para las sesiones y, por desgracia, beber litros de café no funciona.

Estas gotas azules ya vienen de camino para las ocasiones especiales, pero para mantener los ojos lubricados, una opción muy recomendable en la era en la que todos estamos enganchados al ordenador y a los dispositivos electrónicos son las soluciones oculares humectantes de acción protectora. Mi favorita es la de Aquoral, que lleva un 0,4% de ácido hialurónico y es de alta densidad.

Además de lubricantes y gotas, ¿hay alguna manera natural de conseguir esa mirada lumínica que resulta tan atractiva? Sí, vivir con ilusión. Uno de los primeros signos de enamoramiento es tener los ojos relucientes. Esto se debe a que la felicidad del proceso hace que el ojo se humedezca ligeramente, casi como si se tratara de los instantes que preceden al llanto. Lo bueno es que ese brillo no aparece única y exclusiva por la emoción que despierta el amor en el ser humano. Imaginad si fuera así: la mayoría de la población iría con los ojos opacos y vacíos como los de las fotografías de la época victoriana. La ilusión porque sí, las grandes expectativas, disfrutar pensando en todo lo bueno que está por llegar… esas sensaciones también hacen que los ojos resplandezcan.

Vivir con pasión y ambición puede dar a la mirada un cierto brillo de psicópata muy parecido al que tiene la gente enamorada. Perdón, a la gente enamorada que es correspondida.

La esclerótica es una membrana resistente hecha de fibras de colágeno, sensible a la deshidratación. Es necesario beber agua y prestarle atención a la alimentación. La deficiencia de vitamina A es lo que más afecta a la salud ocular, pero es un problema raro en países desarrollados. Los oftalmólogos recomiendan tomar vitamina E, aceite de linaza y, especialmente, aceite de pescado para aliviar las molestias de los ojos secos. Después de una operación de cataratas, por ejemplo, aparte de medicación, los médicos piden a los pacientes que tomen durante treinta días cápsulas de Omega-3 para aumentar la secreción lagrimal. El tratamiento dura solo un mes porque aparte de mí, las lectoras de este blog e Isabel Preysler, la gente no quiere tomar suplementos todos los días.

El maquillaje estratégico puede ser útil para conseguir unos ojos relucientes y ultra-blancos. Una de las actrices más obsesionadas con tener una esclerótica más que blanca era Elizabeth Taylor. Durante el rodaje de Cleopatra, la actriz se dio cuenta de que la sombra azul que le aplicaban para reproducir la mirada misteriosa de la reina hacía que sus ojos parecieran más blancos y luminosos. Le gustó tanto el resultado que permaneció fiel a la sombra de ojos azul durante el resto de su vida.

Solo los ojos de una mujer como Elizabeth Taylor podían embellecerse con algo tan poco favorecedor, pero otras alternativas son utilizar un pigmento blanco brillante, perfilar los ojos con lápices oscuros y con matices como el violeta y el azul marino y, sobre todo, no olvidarse de cubrir bien las ojeras con el corrector adecuado.