Desde que compré mi primer producto de Anastasia Beverly Hills ya no he vuelto a comprar nada más para las cejas.
Las cejas son determinantes para la belleza. Son capaces de salvar un maquillaje o de arruinarlo por completo. La idea de pintar las cejas siempre me había sonado a Drag Queen. Pero desde que vi lo que un simple toquecito de lápiz marrón podía hacer por mis cejas y por mi cara, cambié de idea.
De Anastasia Beverly Hills se sabe que es la mejor firma de productos de maquillaje para las cejas. No hay otra que tenga el mismo nivel de ventas o fama. Cuando me metí a investigar, me sorprendió la cantidad de artículos que comercializaban, ¿solo para las cejas? Parece que este mundillo es todo un arte.
La historia de la fundadora de Anastasia Beverly Hills es muy American Dream. Anastasia Soare es una estudiante de Arte rumana que llegó a Estados Unidos huyendo del comunismo. Sin hablar una palabra de inglés, encontró trabajo como esteticista en Beverly Hills.
Una de sus primeras clientas fue Cindy Crawford, la mujer más guapa que había visto en toda su vida. La siguiente famosa que atendió fue Naomi Campbell. Como para intimidar a cualquiera. Pero Anastasia Soare era una mujer decidida a la que no le asustaban los retos.
En esa época, a principios de los 90, el diseño de cejas como tal era algo inexistente. Las mujeres seguían la tendencia como borregos, sin darse cuenta de que era imposible que el mismo diseño sentara bien a todas las mujeres. Fue Anastasia quien le habló a su jefe de la necesidad de crear un departamento dedicado exclusivamente al cuidado de las cejas.
Por sus clases de arte, recordaba que la única manera de cambiar la expresión de una persona en un cuadro era cambiando las cejas. La idea no convenció al dueño del centro y Anastasia decidió establecerse por su cuenta.
Empezó a hacerse famosa en 1996, cuando las revistas comenzaron a hablar de una rumana que se encargaba de dar forma a las cejas de las mujeres más famosas del mundo, con un resultado espectacular. ¿Fue fácil? No. A Anastasia le costaba mucho convencer a sus clientas de que se dejaran crecer el pelo de la zona, el primer paso del diseño de cejas.
Dos años después, ya era la estilista de cejas de todas las supermodelos. Sus mejores clientas eran Michelle Pfeiffer y Jennifer Lopez. Entonces Anastasia decidió crear su propia firma de productos. Los primeros productos de Anastasia Beverly Hills fueron una pomada, un gel, unos polvos, unas pinzas especiales y unas tijeras. Ahora, además de todo eso, vende perfiladores, iluminadores, rotuladores, paletas de contorneado y labiales.
Mi primera compra de Anastasia Beverly Hills fue el lápiz Perfect Brow. Es un lápiz de cejas que pigmenta muy bien sin ofrecer un resultado excesivo. No hay nada peor que un perfilador que pinta tanto que después de la primera aplicación ya ves que te has pasado de la raya. La naturalidad es muy importante a la hora de delinear.
Elegí el tono Soft Brown que, como su nombre indica, es un marrón suave.
Aplico el lápiz a toquecitos, de abajo hacia arriba, muy despacio y sin marcar demasiado el trazo. Así, si me equivoco, es más fácil volver a empezar. Me encanta y puedo decir que es mi producto favorito para las cejas. Si os gusta la belleza sencilla, no necesitáis nada más que un buen lápiz.
Con el color no os preocupéis, porque tenéis una variedad que cubre todos los tipos de cabello que existen. Incluso crearon un lápiz especial para pelirrojas.
Mi siguiente compra tuvo como fin marcar la zona que hay debajo del arco de la ceja con un lápiz de un tono claro. Es un truco que me enseñaron hace tiempo para lograr una mirada limpia y luminosa. El producto de Anastasia Beverly Hills que se vende para ese fin es el Pro Pencil: un lápiz grueso y pequeño que se comercializa en dos tonos, beige claro y melocotón. Solo hay que delinar entre el párpado superior y el arco de la ceja y luego difuminar hacia arriba.
Aprendí el truco y desde entonces, no se me olvida. No sirve cualquier lápiz, porque si el tono es anti-natural, el resultado también lo será. Utilizar un color blanquecino o demasiado claro no vale.
Por eso, con Anastasia Beverly Hills, también he encontrado el producto ideal para mi secreto de belleza favorito.
Mi última compra y no por ello menos importante fue el producto llamado Brow Primer. La palabra primer implica su uso en primer lugar, pero yo lo hago al revés. Utilizo este lápiz grueso para dar el toque final a mis cejas. Tengo un par de pelos rebeldes, sobretodo por la zona del entrecejo, y con este producto no se mueve ni uno. Lo aplico encima de la ceja, «peinando» el pelo hacia donde yo quiero que se quede.
Puedo asegurar que permanece fijo. No se mueve absolutamente nada. Es una maravilla. He leído que también se puede usar para perfilar los labios antes de maquillarlos, para asegurarnos de que el labial se queda fijo.
Mi primera inversión en la marca me costó 70 euros, pero a cambio tengo un pack completo para llevar siempre las cejas perfectas. Así que sí, os recomiendo que compréis tres o cuatro productos.
Ya tenéis la excusa perfecta para comprar tres o cuatro básicos, y empezar a lucir unas cejas preciosas desde ya.