A todas nos gusta sacarnos un buen selfie, uno de ésos en los que salimos guapísimas y con la cara perfecta.
La mayoría de la gente sale mejor en los autorretratos que en las fotos que nos sacan los demás. Solo nosotras conocemos bien nuestro rostro. Sabemos desde que ángulos salimos más o menos bien, o desde cuáles salimos horrorosas.
También hay que tener en cuenta la fotogenia, un don que no todo el mundo posee. Por ejemplo, yo tengo que ser una de las personas menos fotogénicas del planeta. Es una realidad que he asumido manteniéndome lejos de las cámaras todo lo que sea posible. Siento envidia sana hacia las chicas que suben fotos preciosas todos los días. La fotogenia es como la gracia: o la tienes, o no la tienes.
Pero eh, lo bueno de ser poco fotogénica es que cuando consigues una buena foto tuya es como si fuera un milagro. Yo me quedo fascinada durante semanas cada vez que me hago un selfie en el que salgo guapa.
La era Kardashian/Jenner y las redes sociales obligan a que las chicas poco fotogénicas tengan que espabilarse. ¿Qué podemos hacer para perfeccionar la técnica y hacernos un selfie perfecto?
1- Encontrar la mejor luz:
La luz es la gran culpable de que parezcamos un pibón un momento y un cardo a los cinco minutos. El mediodía es el peor momento para hacerse una foto. El sol está demasiado alto y la sombra que proyecta sobre el rostro crea el efecto óptico de cara hinchada y con bolsas.
El mejor momento para hacerse un selfie al aire libre es el atardecer. La luz es más bonita y favorecedora. Si eso no es posible, algunas bloggers se colocan una hoja de papel blanco debajo de la barbilla para iluminar el rostro.
2- La técnica del smizing:
Todos ganamos puntos cuando vamos con una sonrisa en la cara, pero en fotos, la cosa cambia. Hay chicas que están más favorecidas cuando sonríen en las fotos, pero no es el caso de la mayoría. Salir seria tampoco es una alternativa demasiado atractiva, así que, ¿qué podemos hacer? El equilibro perfecto sería algo así como mantener el rostro impasible, pero transmitiendo simpatía y calidez al mismo tiempo.
La técnica del smizing es la solución. Es el secreto de la supermodelo Tyra Banks para salir estupenda en las fotos. El smizing consiste en sonreír sin mover la boca, solo utilizando los ojos. Es uno de los trucos que Tyra enseñó a las concursantes de American Next Top Model. Desde entonces es uno de los más utilizados por las modelos en la industria. Bella Hadid también recurre al smizing.
Los pasos de la técnica de Tyra Banks son estos:
-Relájate.
-Encuentra un punto fijo al que mirar.
-Piensa en algo muy divertido y ríete.
-Relaja la expresión y deja caer la barbilla y los hombros.
-Mantén los labios entreabiertos.
3- Nada de morritos, ¡por favor!
¿Sabéis que la manía de poner morritos en las fotos se debe a la inseguridad? Lo leí en alguna parte y lo veo a menudo. Incluso os lo conté en el artículo sobre el síndrome de la nueva guapa. Las chicas que no tienen ni idea de posar, o que tienen miedo de salir mal en la foto, son las que más recurren a los labios de pato. Se sienten incómodas, no saben qué hacer, y poner caras raras es la mejor manera de salir del paso. Lo mismo ocurre con sacar la lengua, guiñar un ojo… Todo eso está bien en pequeñas dosis, pero nos hará parecer tontas si lo hacemos siempre.
Si queréis un buen ejemplo de lo ridículo que se ve desde fuera, solo tenéis que echarle un vistazo al Instagram de Belén Rodríguez. Es una presentadora de televisión argentina muy famosa en Italia. Belén se hizo famosa gracias a su naturalidad y su sonrisa, pero desde hace un par de años parece que no se siente muy satisfecha con su cara, porque todo son muecas, morritos y vídeos tapándose la mitad del rostro.
4- Hay que explotar ese ángulo:
Si seguís a varias de esas modelos, os daréis cuenta de que se hacen las fotos desde el mismo ángulo. Han encontrado la pose favorecedora y ya no la quieren soltar. Es como Julio Iglesias y su famoso lado bueno. Para encontrarlo, solo hay que hacer una cosa: ¡practicar!
Para la mayoría de la gente, el mejor ángulo está justo encima de la línea de visión.
Las famosas, además, suelen bajar la barbilla, pero cuidado: dependiendo de la persona, bajar demasiado la barbilla puede hacer que se vean ojeras y bolsas para los ojos. Y una nota curiosa. Según estudios universitarios, si nos hacemos la foto desde arriba parecemos más vulnerables, mientras que si nos la hacemos desde abajo, damos la sensación de ser más seguras de nosotras mismas.
5- El filtro adecuado:
No me gustan las aplicaciones de retoques para fotos. Al final se notan. Y mucho. Tengo amigas que son adictas a ellas, y me muero de la vergüenza ajena cuando veo sus fotos. Parecen muñecas de cera. Si solo se usan para corregir las ojeras o dar luz al dan buen resultado, pero muchas chicas se pasan: blanquean los dientes, cambian el color de la piel, matifican demasiado…
Se puede usar un filtro discreto que de calidez al rostro. Según el maquillador de Kim Kardashian, el mejor filtro para los selfies es cualquiera que sea de un ligero tono rojizo.
Los peores, en mi opinión, son esos que terminan dando un matiz fantasmagórico a la foto. Ante la duda y la posibilidad de que nos pasemos de la raya, recordad que la naturalidad siempre es lo mejor.
¿Cuáles son vuestros trucos para un selfie perfecto?
Ufff, yo soy lo menos fotogénica del mundo, salgo fatal, menos mal que en persona mejoro jijiji..