Cómo Encontrar un Buen Champú sin Sulfatos

Las mujeres cada vez exigen más champús que no lleven sulfatos. ¿Cuál es la razón? ¿Para qué sirven los champús sin sulfatos?

Antes de profundizar en el tema, ¿os suena de algo la moda anti-siliconas que hubo hace unos años? Algunas personas empezaron a hablar de ellas como si fueran el demonio. Mucha gente dejó de utilizarlas. La inmensa mayoría notaban el cabello mucho más seco y sin brillo, pero estaban contentas porque habían dejado de usar un componente malo para el pelo. Mmmmm. Vale.

Yo nunca había mirado las etiquetas de los champús. Entonces me hice un alisado de keratina y mi vida cambió. No solo porque me vi el pelo liso y perfecto por primera vez, sino porque mi rutina ya no podía ser la misma.

Lo primero que me dijeron era que para lavar el cabello tratado con keratina había que evitar los sulfatos. Es decir, el ingrediente Sodium Laureth Sulfate. Más tarde descubrí que en realidad, lo que arrastra la keratina es el Sodium Chloride o cloruro de sodio. Pero me llamó la atención ver que todos los champús del mercado llevaban los famosos sulfatos, y que muchas mujeres ya no querían utilizarlos.

¿Qué son los sulfatos?

Los sulfatos son los detergentes que lavan el cabello. Retiran la grasa del cuero cabelludo. Atrapan la suciedad y los aceites y los eliminan. Pero no siempre son buenos: al retirar esa grasa, provocan una especie de efecto rebote. El sulfato de sodio gusta mucho a los fabricantes de productos capilares porque crea espuma, lo que encanta a los consumidores. Pero esa limpieza profunda también elimina los aceites naturales del cabello y la queratina, produciendo sequedad, caspa, irritación e incluso pérdida de color.

Los champús sin sulfatos no irritan el cabello. Son una gran opción para mujeres que tengan que lavarse el cabello con frecuencia porque lo tienen graso, porque van al gimnasio…

Todas las mujeres que han dejado los sulfatos coinciden en lo mismo. Su cabello tiene mejor aspecto. El tinte y las mechas duran más, y han acabado con el picor o la caspa. Como mi experiencia personal también está siendo muy buena, os recomiendo que poco a poco empecéis a desterrar los sulfatos de vuestra cabecita. También podéis alternar champús con sulfatos con champús sin sulfatos y observar si notáis alguna diferencia.

Para encontrar champús sin sulfatos, solo tenéis que leer las etiquetas. Los sulfatos suelen estar en los primeros lugares de la lista. No tardaréis en encontrarlos. Lo bueno es que cada vez más marcas saben que sus consumidoras pasan de los sulfatos, ya sea porque no quieren usarlos o porque llevan la keratina hecha. Ellos mismos utilizan la ausencia de sulfatos como gancho publicitario.

¿Habéis probado los champús sin sulfatos?