No soy dermatóloga, pero no hace falta serlo para saber que el acné adulto es algo que no debería existir.
Las personas con acné no paran de experimentar por su cuenta, probando todos los remedios del mercado, naturales o no. Todas pasan por las mismas fases, cometiendo los mismos errores. Esos errores luego las llevan al punto de partida: siguen con la piel igual de mal, pero con consecuencias derivadas de esos experimentos, como deshidratación, marcas o despigmentación.
Empezaré diciendo que lo primero que tiene que hacer una persona con acné adulto es acudir a a la consulta de un dermatólogo privado, explicarlo lo que le sucede y seguir sus indicaciones. Es importante saber si nuestro acné es hormonal, porque de eso dependerá el tratamiento a seguir.
Si nuestro acné adulto no es hormonal, lo más habitual es que el dermatólogo, después de una analítica, recete un tratamiento de varios meses de Roacután. El tratamiento es duro, y al provocar una descamación extrema, puede dejarnos con dos consecuencias que luego también tendremos que solucionar: arrugas prematuras, y cicatrices en forma de hoyo. La piel se pela, así que además de secarse, deja al descubierto cosas que antes estaban ocultas.
Mi lucha contra el acné adulto duró seis años, cinco tratamientos de Roacután, periodos alternos de piel impoluta con un cutis desastroso, hasta que descubrí unas cápsulas de aceite de pescado que acabaron con mi acné adulto de forma definitiva. Sea lo que sea, no me importa: solo sé que terminó por fin con mi acné adulto, y ahora solo me sale algún grano de vez en cuando, si como chocolate o me descuido con la limpieza… es decir, lo normal si se tiene una piel grasa.
Si vuestro acné adulto es persistente pero suave, o si tenéis miedo de que vuelva a aparecer, o si ya lo estáis tratando pero el proceso es lento, hay algunas cosas que podéis hacer para evitar que os salgan más granos. Recordad que uno de los errores que cometemos quienes hemos sufrido de acné adulto es buscar soluciones para los granos una vez que éstos aparecen, en lugar de encontrar maneras de que no nos vuelvan a salir.
Tener acné adulto es muy duro. Sé que se termina creyendo que nada funciona y que todos los remedios son tomaduras de pelo. Yo he pasado por eso, y creo que estoy lo bastante segura como para deciros que estos consejos os van a funcionar.
La alimentación es vital en este proceso. Hay pacientes con acné adulto que se aseguran de beber dos litros de agua, comer fruta y evitar el chocolate, pero no les sirve de nada. Lo entiendo: a mí me pasaba lo mismo. Pero en realidad, la alimentación anti-acné es mucho más compleja que eso. Por ejemplo, los lácteos tienen relación con el acné. También los procesados que llevan aceite de palma. La leche de soja, que se supone que es muy sana, también hace que salgan granos. El trigo tampoco es bueno para la piel, ya que nuestro organismo no está preparado para digerirlo.
Tendremos que asegurarnos de que nuestras digestiones siempre sean perfectas. Por ejemplo, descartando que tengamos intolerancias alimenticias. El ser humano comete decenas de errores cada vez que se prepara algo para comer. No tenéis que ser veganos ni expertos en nutrición; solo tenéis que averiguar qué es lo que estáis haciendo mal. Mi consejo es que compréis dos productos: uno, el libro de nutrición La Solución Detox de Kimberly Snyder; y dos, que os hagáis con un suplemento digestivo de Enzymedica, y que toméis una cápsula antes de cada comida.
Sí, es un gasto, pero seguro que ya os habéis gastado el triple en cremas y demás cosas que no funcionaban, ¿verdad?
Con ese libro aprenderéis muchas lecciones dietéticas que nunca se os olvidarán y que os ayudarán a comer de manera correcta. Y con esas cápsulas tendréis la tranquilidad de saber que cada digestión que hagáis será impecable. ¿Qué tiene que ver eso con el acné adulto? Mucho, ya que si la digestión falla o si comemos alimentos que no nos sientan bien o a los que somos intolerantes, el sistema inmunitario falla y la energía del organismo tiene que utilizarse para nutrir los órganos vitales.
La piel no es vital para nuestro cuerpo, al que le importa poco que tengamos granos o el cutis apagado, ya que prefiere que nuestros riñones funcionen correctamente o que nuestro hígado haga con su trabajo. Por eso, el acné adulto tiene mucho que ver con la alimentación, y no me refiero solo a evitar el chocolate.
En cuanto al cuidado facial para el acné adulto, os aconsejo mantener un perfil bajo. El exceso de productos no es recomendable. El primer error es utilizar limpiadores muy astringentes que causan deshidratación.
Casi todas las pieles con acné están deshidratadas y con mal color, y eso se debe al exceso de limpieza. Los limpiadores especiales para personas con acné son horribles; ésa es mi experiencia, y como os paséis usándolos, vais a terminar con la piel destrozada.
Os aconsejo empezar a usar jabón negro africano, un cosmético 100% natural que os ayudará a prevenir la grasa y secar los granos sin dejar la piel tirante o reseca. También os recomiendo que utilicéis aceite de jojoba mezclado con un par de gotas de aceite de árbol de té. Sé que las personas con acné adulto odian la cosmética natural porque son todo promesas vacías, pero esto funciona. Os lo aseguro.
Los dermatólogos detestan los aceites porque siempre han estudiado que obstruyen los poros, pero el aceite de jojoba es en realidad una cera que «engaña» a la piel, haciéndole creer que ya tiene bastante cantidad de sebo y evitando que produzca más.
Al principio os parecerá extraño utilizar un aceite, ¡aceite en una piel grasa con acné! Pero pronto notaréis el resultado, y además, el aceite de jojoba os proporcionará humectación e hidratación, dos cosas que las personas con acné adulto necesitan muchísimo.
El aceite de árbol de té es astringente, pero no en exceso, además de tener una función anti-bacteriana, muy necesaria para secar los granos que tengáis y prevenir la aparición de otros más. Es el mejor combo para vuestra piel. Y recordad: cuando hay acné adulto, menos es más. No necesitáis ni debéis utilizar cincuenta cosméticos diferentes.
A veces, ese acné es una protesta del cuerpo, que nos está avisando de que estamos haciendo algo mal. Poneos a trabajar desde ya y haced todo lo que tengáis que hacer, porque cuanto más tiempo tardéis, más tiempo estaréis con granos en la cara. Una vida sin acné es posible, y tenéis derecho a ella.
Me encanta tu manera de explicarlo todo! Además ofreces una confianza increíble, muchas de las cosas de las que hablas me sirven de gran ayuda.
Esperando impaciente la tercera parte…
Hola Daiquiri. Tal vez sea tarde para que comente aquí, pero bueno. Resulta que estoy buscando un limpiador que no haga que mi piel produzca más grasa de la que ya de por sí produce. En un mes cumplo los 22, y desde que entré en la universidad empezaron a salirme granos que en la vida había tenido. Ni siquiera en mi adolescencia. Vale que tenía puntos negros en la zona de la nariz(que hoy en día aun me llevan de cabeza), pero nunca granitos. En cambio, desde que cumplí los 18, no paran de salirme granos que me hacen estar frustrada y sentirme siempre fea. Causan una inseguridad muy grande. Por eso, leyendo tu blog, me he sentido bastante aliviada. Estoy harta de probar todo tipo de marcas para pieles propensas a granitos o pieles grasas, que lo único que hacen es provocar el efecto rebote y hacer que tu piel produzca un sebo que es anormal en ti. Han llegado a salirme incluso más granitos usando marcas como Clean&Clear o Garnier. He utilizado de todo. Ya no me fío de esas marcas y mucho menos para el tema de la piel con granitos. De hecho, llevo meses usando jabón de manos para lavarme la cara por las mañanas y por la noche, porque he comprobado que el resultado es el mismo! Es más, incluso mejor, porque al menos no me salen granitos de más ni mi piel tiene efecto rebote con más grasa. Empiezo a pensar que nunca me desharé de ellos. Y si no, ¿cuándo me los quitaré, cuando tenga arrugas en la cara por las que tener otro mal de cabeza?. Me estoy planteando cambiar mi rutina diaria de limpieza facial, a ver si consigo mejorar en este aspecto de los granitos y usar el jabón negro africano que recomiendas, pero no entendí bien cómo debe usarse. ¿Encima del granito? Tengo muchas dudas y la verdad es que transmites mucha confianza.
Siento que mi comentario sea tan largo, como ves estoy desesperada!
Tranquila, hay solución, pero por partes…