Cintura de Avispa, ¿Cómo Conseguirla?

Tener una cintura de avispa mola desde el principio de los tiempos, por eso las mujeres han estado siglos sufriendo por culpa de los corsés.

Una cintura diminuta es un atributo muy bonito y muy femenino pero la naturaleza tiende a fastidiarnos. Quiere que la perdamos. No hay más que ver las cinturas de muchas famosas después de dar a luz.

Yo la tengo bastante marcada de forma natural pero eso no quiere decir que se mantenga así por arte de magia. He tenido épocas en las que me descuidado y he visto que estaba más recta de tronco. Eso no me favorece nada y que hace que me vea muy rara. Así que en estos meses, cuando he decidido ponerme por fin las pilas con la dieta y con el entrenamiento, he vuelto a tenerla como a mí me gusta, bastante estrecha. Y sin necesidad de morirme de hambre o sufrir. No estoy segura de tener un método personalizado, pero he aprendido un par de cosas que pueden ayudar a conseguir una cintura estrecha.

Sí, ok, la genética es importante, pero empiezo a notar que esa palabra se usa demasiado a la ligera. Ves a una famosa que no es nada del otro mundo decir que ha perdido peso muy rápido gracias a su genética, como si fuera un ángel de Victoria’s Secret. O lo mismo, pero al contrario, usando la genética como culpable para justificar todos nuestros males. No. Hay mujeres que tienen la cintura más marcada que otras, y mujeres que no hay manera de que marquen la curva de esa zona, pero no pasa nada. No se trata de pensar esto es lo que hay y no hacer nada.

Todas las mujeres, incluso las más rectas, pueden beneficiarse de una rutina adecuada y una serie de ejercicios especiales, así que no hay excusa. Aunque parezca que el cambio es mínimo, intentadlo: merece la pena.

Seguimos. Un tránsito intestinal que funcione correctamente es imprescindible, así como llevar el asunto de las intolerancias con mucho control. Porque sin eso, se fastidia todo. Todas sabemos lo que pasa cuando eso no marcha bien. Un test de intolerancia puede cambiaros la vida, y abandonar los laxantes por un buen probiótico todavía más.

La dieta es muy importante porque es lo que marcará la diferencia a la hora de reducir volumen. Sin eso, adiós a la cintura de avispa.

En cuanto al deporte, para marcar la cintura lo mejor es utilizar un palo o barra. En mi gimnasio lo hacemos así: nos colocamos el palo por encima de los hombros y hacemos la rutina. Ya os dije que el lenguaje fitness no se me da nada bien y esa es la razón por la que no suelo escribir sobre deporte, aunque me encantaría, porque he encontrado la fórmula mágica que me ha hecho alcanzar el peso y el tipo de figura que me gusta. Pero no sé cómo explicárosla porque solo voy a clases dirigidas.

La zona del abdomen acepta mucha carga y se puede trabajar más a menudo que otras partes del cuerpo. Eso no quiere decir que sea necesario machacar la cintura y el abdomen todos los días. De hecho, yo hago trabajo específico de abdomen y cintura solo los lunes. El resto de la rutina es cardio, baile y tonificación de otras zonas. Todo suma y refuerza el buen resultado en la cintura.

Se habla mucho de los corsés o cinturones especiales para reducir la cintura, conocidos como Waist Trainer. Yo nunca he usado ninguno, pero creo que si fuese de tener un cuerpo más recto por naturaleza, les daría una oportunidad y probaría a ver qué tal. Veo a muchas mujeres llevando estos corsés en el gimnasio. No creo que comprarlos para estar en casa sin hacer nada vaya a servir de mucho, pero los veo bien como complemento.

Esforzaos siempre en conseguir vuestros objetivos, ya sea una cintura de avispa o un vientre plano o unas piernas fuertes, y olvidaos de las demás mujeres. Cada mujer es distinta, con su propia constitución y sus propios defectos. Pasad de las modelos de Instagram porque no sabéis si lo que veis es real o imaginario.

¡A por esa mini cinturita!