Seguimos con la guía para una dieta limpia perfecta. Ahora es el turno de las leches vegetales.
Ya hemos aprendido que lo mejor, según los expertos en el arte del eat clean es ir reduciendo la ingesta de granos y lácteos. Para no ser unas completas desgraciadas, la idea es hacer el cambio poco a poco. No hace falta desterrar ningún alimento de golpe y porrazo. También es válido hacer un 80% de dieta sana y otro 20% de dieta normal, la que siempre hemos creído que era saludable y luego hemos descubierto que no lo era tanto.
Al principio, parece misión imposible. Pero cuando se empiezan a ver los cambios, llevar una alimentación limpia se convierte en una adicción.
Ya hemos hablado de la leche, mirando datos contrastados que nos hacen pensar que, a pesar de sus nutrientes, no es tan necesaria para la salud como hemos creído toda la vida. Pero dejarla no es tan sencillo, sobre todo si estamos acostumbradas a nuestros rituales, como el cafetito de cada mañana.
Estas creencias se inspiran mucho en la filosofía Paleo. Está claro que el cuerpo humano no está hecho para digerir los lácteos, ya que nuestros ancestros del Paleolítico, con los que compartimos el 98% del ADN, no tenían animales domésticos de los que obtenerlos. Dos millones de años sin ingerir lácteos, y solo 10.000 haciéndolo. Vale, genial.
Aún así, los expertos en la dieta Paleo dicen que algunos lácteos, como el queso de cabra, no son una mala opción. Otros lácteos fermentados como el kefir, el yogur, la mantequilla de pasto y el requesón también son alternativas válidas. Por lo demás, parece claro que los lácteos tienen relación con el acné y el estado de la piel. O sea, que lo empeoran.

Regresemos a la dura decisión de dejar la leche de lado. ¿Qué hacemos con los smoothies, o el té y el café con leche? Parece que la mejor alternativa son las leches vegetales, pero con matices.
¿Os acordáis del boom de la leche de soja? De repente, se puso de moda pedir el café con leche de soja en las cafeterías. Los artículos hablando de sus beneficios estaban por todas partes. Era la leche, y nunca mejor dicho.
Todo eso cambió cuando, después de varios años de esplendor, algunos análisis demostraron que la leche de soja era un completo desastre. En Asia se considera una “leche para pobres”, un invento de personas que recurrían a la soja y a sus derivados cuando no tenían nada más para comer.
La diferencia es que al menos los asiáticos se aseguraban de prepararla con cuidado para destruir todas sus toxinas… algo que no hace la industria alimenticia que la vendía en nuestros supermercados.
En realidad, nuestra leche de soja es transgénica, tóxica y está cargadita de fitoestrógenos.
Los fitoestrógenos son componentes químicos presentes en las plantas, que ingeridos por el ser humano producen un efecto parecido al de los estrógenos. Aunque esto ha sido vendido como algo positivo (las famosas isoflavonas presentes en la soja), otros estudios relacionan los fitoestrógenos con el cáncer de mama, además de estimular el crecimiento de otras células cancerígenas.
Otro aspectos negativos de la leche de soja a tener en cuenta es su contenido en ácido fítico, que impide la absorción de minerales, además de inhibir las enzimas que tanto necesitamos para cuidar nuestro estómago. Y por lo tanto nuestro sistema inmunológico.
Por último, el tipo de vitamina A que tiene la leche de soja es del tipo sintético, por lo que la conclusión de muchos nutricionistas es que la leche de soja ni siquiera puede considerarse un alimento de verdad.

Cuando leí esos datos, pensé madre mía, ¿hay algo que podamos tomar? Pero mi experiencia con la leche de soja habla por sí sola: he intentando consumirla de forma regular, como han hecho todas las mujeres que quieren cuidarse, pero nunca me ha convencido su sabor. Suele pasar con las leches vegetales, y hay que aceptarlo.
Volví a la leche de vaca, pero de vez en cuando, me daba por volver a intentarlo con la leche de soja. Pero no, realmente no me iba. Pasado un tiempo me di cuenta de que incluso hacía que me salieran granos.
Cuando compré el libro The Solución Detox de Kimberly Snyder, me sorprendió leer un buen párrafo destinado a terminar con el mito de la leche de soja: ella también afirma que es un alimento de mentira, un timo químicamente modificado que había que sacar de nuestra dieta de inmediato.
Y el último capítulo de mi historia de amor con la leche de soja llegó cuando, después de muchos meses sin probarla, la tomé para prepararme un café. Tuve una reacción tan pésima que me di cuenta de que había desarrollado una intolerancia. Parecía una embarazada de ocho meses.
Aún así, dicen que hay buenas leches de soja en el mercado orgánico. Solo hay que saber buscar. En mi caso, no será posible. Mi cuerpo ya la rechaza. Ya veis que esto de comer limpio tiene sus complicaciones, y al principio, da la sensación de que todo es malo en el fondo. Pero no. Solo hay que seguir hasta encontrar lo que es bueno para nosotras.
Jaja yo en ese aspecto soy como tú, si pienso en quitar el queso de la dieta me viene a la cabeza la frase “from my cold dead hands”, lo que hago es reducir su consumo, pero eliminarlo, ni loca. Y como las leches vegetales me dan repeluco, tampoco he eliminado la leche de vaca, solo la tomo los fines de semana con café (que ya no tomo a diario), y tostadas con mantequilla, como premio a haber pasado una semana currando y sacrificándome con la dieta y el ejercicio:) Lo que sí tomo a diario en el desayuno es una mezcla de kéfir ecológico de leche de cabra, kiwis, semillas de lino, semillas de chia y una cucharada de miel de manuka…si alguien sufre de estreñimiento que lo pruebe, es una auténtica bomba.
¡Hola Laura! quiero probar tu receta ^_^
¿lo tomas en batido? ¿cuántos kiwis echas? Gracias por compartirlo.
Yo ya no tomo leche de ningún tipo pero sí algún yogur de vez en cuando y el queso muy rara vez porque tampoco me gusta demasiado. La leche dejé de tomarla hace ya mucho tiempo porque notaba que no me sentaba bien y ahora estoy planteándome dejar de consumir harinas. El problema es que no tengo ni idea de qué desayunar porque la opción de huevos, bacon, etc… no va para nada conmigo.
Daiquiri, podrías decirnos cómo son tus desayunos? Valoro mucho tu criterio y me gusta la importancia que das a la alimentación. Yo también pienso que los cuidados tienen que ser de dentro hacia afuera. Un abrazo
Sí, en cuanto vuelva a la normalidad escribiré un post sobre desayunos.
Me encantan este tipo de post, nos ayudas mucho!
Yo, de momento, he pasado de la leche entera de vaca (me encantaba su sabor) a la leche sin lactosa (la que más me gusta es de la marca Celta, no es dulce). He intentado probar leches vegetales, pero no encuentro ninguna que me convenza…
Esperando tu nuevo post para que nos inspires!
Ostras! Si la leche de avena la tenemos así de mal.. que tal son las otras leches, como leche de almendras, arroz, avellanas…??? La de coco ni la nombro que ya se que es estupenda! jejeje Saludos!
Estos días estoy probando varias distintas (francamente asquerosas) de almendras y cáñamo. Me tendré que quedar con la de coco.
Yo soy incapaz de tomarme café o cacao con la leche de almendra, es como que se me corta al calentarla. Solo la uso para batidos y algún postre. Las demás leches vegetales no me llama ninguna y solo tomo leche sin lactosa para algún cafe cada X días. Me gustaría dejar de una vez por todas los yogures, quesos, etc. Pero es que si no tomo yogur que tomo? Porque por lucha fruta que tome al día llega un punto de saturación… Y ahora desayuno queso fresco batido con fruta y muesli casero porque soy incapaz de pasarme a los desayunos salados. Me interesaría saber también cómo haces tú con los desayunos. Y el queso de cabra forever! Jejeje
Si te va bien con el yogur, sigue.
Hola chicas, recomiendo un libro que me gusto de sobremanera sobre todo estos agentes nocivos que durante años pensábamos que contribuian al pilar de nuestra alimentación. Se llama “Cerebros de pan”, lo escribio un neurólogo muy reconocido. Os recomiendo, es muy interesante. Besitos!!!!!!
Jooooo,yo me he acostumbrado a la leche de sola y es la única que gusta. Solo tomo un poco por las mañanas,pero es imposible pasarme a otra pues he probado todas,hasta la de nuez que compré en Andorra y no puedo con ellas.
Por cierto,en un congreso científico al que he asistido nos han alertado sobre el cuidado que debemos tener con las modas en la alimentación… Hicieron hincapié sobre todo en lo de dejar el gluten sin ser celiaco o intolerante,que puede darnos problemas importantes,ya que los cereales son imprescindibles para la síntesis de varias proteínas relacionadas con el mantenimiento de nuestra carga genética….(un rollo para explicar resumido).
En fin,que al final no sabremos quién tiene la razón y que podremos comer???
Si dejas el trigo luego desarrollas intolerancia, es cierto. Pero para mí esa es otra prueba de lo malo que es, no me parece normal.
La única forma de consumir Soja sin dañar al organismo es mediante los fermentados, es decir Temphe, Tamari Shoyu y poca cosa más, tal y cómo se consume en Japón y otros lugares donde la Soja es utilizada hace siglos. La Soja texturizada ( carne de Soja), Tofu, leche de Soja, Yogurth y tales , son indigestos casi peores que los lácteos de vaca industrial.
Excelente post, Daiquiri!
Llevo un mes tomando café con leche de avena y estoy encantada a diferencia de la leche animal no tengo que añadir azúcar ni nada.
Hola!! No veo el post de las leches vegetales con final feliz….
Me podrias decir cual es? Gracias