El contorneado no me gusta nada, pero si se hace de manera suave y discreta, puede quedar bien.
La técnica del contour o contorneado se puso muy de moda gracias a las Kardashian y a las cuentas de artistas del maquillaje que abundan en las redes sociales.
Pronto, daba la sensación de que era absolutamente imprescindible salir a la calle con un contorneado marrón intenso en el rostro. Si no, parecía que el maquillaje no estaba completo. Peor aún, sin el contorneado, daba la sensación de que todos nuestros defectos quedaban al descubierto, sin piedad, porque eso es lo que los maquilladores nos hacían pensar. ¿Cara redonda? ¿Nariz grande? Contorneado a tope.
Solo hacen falta unos cuantos brochazos marrones para terminar pareciendo… ¿otra persona?
El asunto del contorneado no tardó en salirse de madre. Y la moda de las cejas ultra tupidas, las uñas largas y los labios perfilados en tonos mate no hicieron más que empeorar el asunto.
Daba la sensación de que el ideal de belleza actual era salir a la calle pintada como una drag queen. Si no llevabas dieciocho productos de maquillaje encima, no eras nadie.
Luego empezaron a surgir técnicas de contorneado cada vez más extrañas, además de guías para objetivos cada vez más bizarros, como hacer que nuestros pechos parecieran más grandes. ¿No es más higiénico y fácil usar un sujetador con relleno?

Recordemos que muchas de estas mujeres que enseñan estos contorneados tan elaborados son maquilladoras profesionales. Son artistas con una mano y una habilidad que roza lo extraordinario. Es decir, que nosotras no tenemos la misma mano que tienen ellas.
Se pueden utilizar sus consejos a nivel usuario, pero empezar a comprar las brochas y productos que recomiendan es como ir a la peluquería y comprar todo el arsenal de champús y cremas que las peluqueras nos recomiendan, pensando que cuando nos lavemos el pelo en casa vamos a conseguir el mismo peinado que nos han hecho ellas. Algo que ya sabemos que no es cierto.
Tampoco podemos olvidar que todo lo que vemos en las redes sociales está editado, retocado y grabado o fotografiado con una luz extremadamente favorecedora.
Eso hace que maquillajes que se verían exagerados y fuera de lugar a la luz del día parezcan sofisticados y elegantes. Eso es fantasía, no realidad.
Menos mal que hay técnicas de contorneado sencillas, con las que podemos conseguir un buen resultado.
Os dejo algunas fotos que os pueden ayudar. Es bastante simple, solo necesitáis bronceador e iluminador. Con el contorneado podemos modificar la forma del rostro, estrechar la nariz, afinar las mejillas… Prácticamente, todo lo que queramos. El efecto óptico es impresionante.
Para que el contorneado quede bien, es muy importante que el producto bronceador no tenga brillos. Tiene que ser mate. Podéis utilizar una sombra marrón o un lápiz de labios o cejas de ese color. Muchas chicas utilizan perfiladores de cejas castaños para contornear la nariz, por ejemplo.
En mi opinión, los mejores resultados se obtienen en cejas y labios. Aplicar un poco de iluminador debajo del arco de la ceja hace muchísimo por los ojos, sobre todo si hay tendencia a tener la mirada cansada. Delinear el arco de cupido del labio por encima de la boca, por ejemplo, consigue un efecto de labios gruesos extremadamente favorecedor y precioso.
Como os he dicho, no es necesario que hagáis el contorneado tal cual lo veis en Youtube o en Instagram. Podéis hacerlo en las zonas del rostro que os interesen, única y exclusivamente. Si hacéis las cosas al margen de vuestros gustos reales y siguiendo los de otras personas, saldréis a la calle con la sensación de que vais disfrazadas.
Los pasos básicos para un contorneado completo son:
-Frente: debemos aplicar el bronceador cerca de la línea de nacimiento del cabello, en caso de que queramos que la frente parezca más estrecha.
-Nariz: la parte más agradecida. Hay que aplicar el iluminador siguiendo una línea, desde un poco más abajo del entrecejo hasta la punta, por el centro. Después, solo hay que marcar los bordes con el bronceador. Así la nariz parece más estrecha.
-Mejillas: hay que succionar las mejillas para encontrar el punto exacto que hay que contornear. Entonces, hay que aplicar el bronceador a lo largo de ese hueco, y el iluminador en la «manzanita» del pómulo.

Un error que veo con frecuencia es el de usar un bronceador muy oscuro en pieles claras. Es evidente que para contornear hay que usar un producto marrón, pero hay mucha variedad de tonos en el mercado. Las mujeres blancas de piel tienen que elegir algo de color marrón claro. No hay que pensar que porque sea claro no se va a notar.
También es importante difuminar bien el producto. El contorneado siempre debe tener un resultado final sutil. Si se nota el brochazo marrón en la mejilla, no es un buen contorneado. El resultado será un desastre y el rostro parecerá sucio y envejecido.
Aún así, mi opinión personal es que el contorneado es una de esas modas que hará que dentro de unos años la gente se eche las manos a la cabeza cuando vea fotos antiguas. Como pasa con los peinados de los años 80 o las cejas finas d los 90. Incluso Kim Kardashian se ha cansado de esta técnica y ha empezado a prescindir de ella.
Tenedlo en cuenta si en el fondo no os convence demasiado.