Así Viven las Conejitas de la Mansión Playboy

Así Viven las Conejitas de la Mansión Playboy

La vida en la Mansión Playboy no era tan glamourosa como parece. De hecho, todo es bastante sucio y deprimente.

Las ex novias de Hugh Hefner han hablado para aclarar que ni el dinero ni las portadas compensaban una existencia tan miserable. Tenían que renunciar a su vida y sus sueños para estar las 24 horas con un anciano que no solo las trataba fatal, sino que disfrutaba creando problemas entre ellas.

La última esposa de Hugh Hefner es una conejita de veinticinco años, Crystal Harris. La muchacha le dio plantón unos días antes de la boda, en 2012. Pero después de intentar ser modelo y DJ sin éxito, Crystal se arrepintió y volvió a la Mansión Playboy con el rabo entre las piernas. Lo curioso es que mientras ella envejeció a pasos agigantados, él se mantuvo fresco como una lechuga hasta su muerte.

¿Qué es lo que las novias de Hugh Hefner han contado sobre la vida en la Mansión Playboy?

La Esposa de Hugh Hefner
Crystal Hefner

Hugh Hefner era un hombre extremadamente fiel: solo tenía tres novias. Ni una más. Antes tenía siete, pero los años no pasan en balde. ¿Qué hace un hombre de ochenta años con siete novias? Fácil, si rompe con una novia, repone la plaza desocupada con otra. Aparte de las tres oficiales, había montones de chicas alojadas en la casa, que venían y se iban. Sobre todo se iban.

La posición de las habitantes de la Mansión Playboy dependía de una jerarquía muy estricta. La novia número uno se quedaba con la mejor habitación de la casa. Las chicas que se portaban mal, en cambio, dormían en dormitorios con una cama individual.

Todas las integrantes de la Mansión Playboy recibían una asignación de mil dólares semanales. Mientras vivían en la casa, tenían todos los gastos pagados, como la cobertura médica, la ropa y la comida. Oh, wow.

Las Novias de Hugh Hefner

Hugh Hefner era un hombre muy quisquilloso con la belleza ajena. Las conejitas tenían que estar perfectas en todo momento y no tener grandes defectos a la vista. Los tratamientos de belleza y las cirugías plásticas corrían por cuenta de la casa. Eran proporcionados por cirujanos y esteticistas que eran amigos personales del propio Hugh.

Según Holly Madison, una de sus ex, todas las chicas aprovechaban la estancia temporal en la Mansión Playboy para operarse los pechos y la nariz. Otras optaban por una liposucción. Eso hacía que siempre hubiera al menos una conejita en fase de post-operatorio.

Las Conejitas de la Mansión Playboy

Hugh Hefner no permitía que ninguna mujer de más de veintiocho años pusiera un pie en la mansión. Tampoco consentía los quilos de más ni los michelines. Si alguna modelo aumentaba de peso, el magnate la regañaba delante de todas las chicas para que se sintiera avergonzada y reaccionara.

Como en cualquier lugar en el que coinciden mujeres que están compitiendo, las puñaladas traperas estaban a la orden del día. Incluso por iniciativa del propio Hugh, que era «especialista en crear dramas y problemas entre mujeres». Lo hacía, dicen, para mantener la chispa y sentirse deseado. Porque claro, aunque sea solo por dinero e interés, todas las conejitas se morían por él.

No todas las chicas que salido en la revista Playboy han vivido con Hugh Hefner, ni todas las chicas que han vivido en la mansión han salido en la revista. Muchas novias aguantaban lo que no estaba escrito con la esperanza de conseguir una portada de Playboy… que nunca llegaba.

Las Novias de Hugh Hefner

Ya sabemos que la mayoría de las conejitas de Playboy son rubias. Pero el tono exacto de rubio era un gran dolor de cabeza para las chicas de la mansión. Especialmente, para las novias de Hugh. El jefe solo toleraba que el rubio de sus parejas fuera un platino casi blanco. Sin pigmentos. Eso obligaba a las novias a que se retocaran el tinte todas las semanas. Las castañas naturales terminaban con el pelo totalmente destrozado por tantas decoloraciones. 

El pelo corto también era un no. Las chicas tenían que llevar extensiones para mantener el largo. Cuando Holly Madison se cortó el pelo a lo Marilyn, Hugh Hefner estuvo una semana sin dirigirle la palabra. Lo mismo cuando la inocente conejita apareció con un labial rojo, pensando que era lo más sexy del mundo. 

Según su «novio», el labial rojo hacía que una mujer pareciera vieja y vulgar.

Holly Madison

El glamour de la Mansión Playboy fue en decadencia con los años. Las décadas de esplendor quedaron atrás antes de lo esperado. Según las chicas que han vivido allí, el mantenimiento de la residencia era nulo. No era raro encontrar baños atascados, sábanas baratas y alfombras manchadas de caca de perro. Había un buffet y las chicas tenían a un cocinero disponible las 24 horas del día, pero según Carla Howe, otra modelo que vivió en la Mansión Playboy, Hugh Hefner solo comía filetes de cordero y puré.

El personal tampoco recibía grandes salarios. Los barmans de las famosas fiestas solo cobraban siete dólares la hora. La mayoría de los camareros aceptaban el trabajo solo para llenar el currículum e intentar ligar con conejitas.

Conejitas Playboy

La crisis afectó incluso a las epectaculares modelos de las portadas. Al principio, la Playmate del Año recibía un Porsche como regalo. Luego se llevaba un Mini sin extras que tenía que devolver al año siguiente.

El precio de las portadas también bajó. Solo las famosas cobranan cantidades de cinco dígitos. Las últimas modelos que recibieron una cifra astronómica fueron las gemelas Bentley. Las dos fueron fueron novias de Hugh en el año 2000 y consiguieron llevarse cien mil dólares por cada portada.

Son las rubias que aparecen con Hugh en un capítulo de Sexo en Nueva York.

Hermanas Bentley Playboy

Las ex novias de Hugh Hefner se han hecho ricas contando los trapos sucios de su estancia en la Mansión Playboy. La más popular es Holly Madison, que fue girlfriend nº 1 durante siete años. Holly se hizo novia de Hugh pensando que sería una buena oportunidad para ser actriz. La relación fue un infierno, sobre todo porque el millonario no paraba de prometerle oportunidades que nunca llegaban.

Según ella, estaba abducida y no tenía autoestima para abandonar la casa. En los últimos meses, no era capaz de levantarse de la cama.

Las chicas que convivieron con ella cuentan que, en realidad, Holly aguantaba todo lo que hiciera falta, incluso «las cosas más sucias», porque esperaba convertirse en esposa de Hugh Hefner y cobrar su herencia cuando el anciano muriera. El libro de Holly Down the Rabbit Hole fue un éxito de ventas en Estados Unidos. Ahora, la rubia está casada y tiene dos hijos.

Holly Madison Libro

Otra novia que contó su experiencia fue Izabella St James, una estudiante de derecho que estuvo con Hugh Hefner en 2006. Su libro Bunny Tales es más sórdido aún que el de Holly. Tiene abundancia de detalles sexuales y anécdotas sobre otras mujeres que han estado allí. Habla de una extranjera que entró en la Mansión Playboy para que Hugh Hefner le consiguiera el permiso de residencia. Cuando lo obtuvo se marchó sin decir adiós.

Los dos libros son muy recomendables, pero es mejor no hacer mucho caso de la presentación que hacen las chicas de sí mismas. La más sincera al respecto ha sido Kendra Wilkinson, una californiana que se hizo novia de Hugh a los dieciocho años y que vivió con Holly Madison: «Todas hablan como si hubiéramos sido las Spice Girls, cuando éramos chicas que estaban con un viejo de ochenta años«.

Hugh Hefner Modelos

Con su última boda se terminaron las esperpénticas estancias de mujeres desesperadas en la Mansión Playboy. Hugh Hefner se casó y empezó una vida tranquila con Crystal Harris, que luego pasó a llamarse Crystal Hefner. Ya no volvió a tener más novias y se mantuvo fiel a su esposa, aunque hubo otra mujer que le tuvo el corazón robado durante años y con la que eligió descansar eternamente en el momento de su muerte.

Se trata de Marilyn Monroe.

Marilyn Monroe Playboy

Hugh siempre estuvo obsesionado con la mujer que fue la primera portada de Playboy. Compró la tumba que había al lado de la de la actriz por una cifra astronómica y exigió ser enterrado junto a ella al morir. Ahora se ha cumplido su deseo.

¿Alguien ha estado en la Mansión Playboy?

8 Comments
  1. Espectacular Kimberley Conrad, me recuerda un poco viendo sus fotos a ese tipo de belleza de los 80, de mujeres rubias guapisimas como la Basinger o Natasha Henstridge de joven. Desprendía clase.
    Daiquiri, podrías hacer un post sobre como hacer un objetivo verano centrado en glúteos? Esta semana empiezo preso y me van a inyectar también en la zona. Y comienzo dieta proteica, es una zona que en ciertas mujeres es conflictiva y de lo que más se ve en verano, grrrrr
    Que tengáis buen día chicas.

  2. alaa, recuerdo a crystal, que se ha hecho en la cara por dios????

  3. Ay qué ver, yo a este señor no lo tocaba ni con un puntero láser aunque estuviera muriendo de hambre, preferiría ganarme la vida limpiando WC :S

  4. ASqueroso que a estas alturas y con lo que hemos conseguido sigan existiendo cosas así …. humillante , machista y terrible

  5. Horripilante la estética Playboy, pero hay mucho que aprender de estos «magnates» que hacen del deseo ajeno, de las fantasías de otros grandes leyendas…

  6. Nunca me había detenido a pensar en la mansión Play Boy que repulsivo todo….seguro que no hay ninguna viejecita con una mansión llamada Sugar Daddy ni nada por el estilo…somos de otra pasta!
    Daiquiri, me encantaría que escribieses algún post sobre tu cabello para saber como lo preparas para el verano y cual es tu nueva rutina…que utilizas ahora, que tal te va con las mechas y la keratina…Mil gracias por este blog!

  7. O_o Parece que empiezo a tener telepatia contigo Daiquiri, justamente el sábado compré el libro de Holly porque me acordé de su historia y quise ver qué contaba. Lo que ella explica es que las que viven con el tenian una asignación de $1,000 por semana para ropa y maquillaje, para estar perfectas siempre y especialmente en las salidas a los clubs, etc. Dice que muchas aprovechaban para sacar de ahí para ahorrar, pero si el staff se enteraba habia problemas. Si habia incluido el alojamiento y la comida, pero no se les permitia trabajar fuera normalmente, asi que no tenian mas entradas de dinero por lo general. Lo de las habitaciones ella explica que la novia no.1 dormia con el en su habitacion, pero que solo disponia de un vanity (tocador) y poco espacio en el closet. De hecho ella dice que le pidio a Hef una habitacion para ella aparte para tener algo de espacio y el se nego. Resulta que la mansion no es de el y lo que hace es rentar las habitaciones, siendi su respuesta que el capricho de tener mas espacio le costaria 5,000 al mes (que era la renta de la habitacion pequeña que Holly queria). El resto de habitaciones eran repartidas generalmente por antiguedad. Lo del labial rojo es de traca, dice que se hizo un cambio de look y se corto el pelo a lo marilyn y se maquillo como ella cob los labios rojos y que cuando el la vio empezo a gritarle y le dijo que se veia vulgar. Luego al cabo del tiempo Kendra, que recien llegada no lo sabia, se pinto los labios de rojo y delante de Holly el la felicito y le dijo que se veia hermosa. Por lo visto si es muy de crear tensiones entre las novias para sentir que se pelean por él.

Comments are closed.