¿Por qué no queremos revelarle a nadie el nombre de nuestro perfume? Hay varias teorías.
En principio, esta entrada estaba destinada a hablar del perfume de Rihanna. Cuando empecé a escribir, acababa de leer el reportaje dedicado a Rihanna que Vogue USA publica en el número de noviembre. La redactora hace un trabajo magnifico explicando el éxito de la cantante como empresaria, con unas ganancias de 600 millones de dólares gracias a su línea de maquillaje «para todo tipo de pieles», Fenty. También recuerda cómo grandes firmas se apresuraron a sacar más tonalidades de base cuando se vieron puestas en evidencia por Rihanna. Había llegado la hora de salir del blanco, el amarillo y el marrón ladrillo.
Su visión de los negocios me ha parecido muy interesante, diferente a la que tienen otras famosas que hacen lo mismo. Transmite una pasión auténtica y genuina, al mismo tiempo que hace gala de una gran integridad al renunciar a líneas de productos que sabe que sus seguidores nunca asociarían con ella.
El detalle interesante del reportaje: cuando Rihanna entra en la suite del hotel Bel-Air para la entrevista, la periodista de Vogue percibe una deliciosa ráfaga de su fragancia, famosa entre toda la gente que conoce a la cantante o que, al menos, ha estado cerca de ella alguna vez. Dicen que es embriagante; Lil Nas X afirma que «huele a paraíso». Ella no suelta prenda, claro, porque lo normal es que una mujer se calle sus grandes secretos, en lugar de compartirlos con todo el mundo porque sí, pero en internet se dice que se trata de Love, Don’t Be Shy de by Kilian, una de las marcas más populares en la perfumería nicho.
Al parecer, fue uno de sus amigos y estilistas quien desveló el misterio, para deleite del perfumista Kilian Hennessy, de quien es fácil suponer que tuvo un orgasmo empresarial cuando se enteró que le habían identifico como el artista que había fabricado la esencia de Rihanna.
La cantante ya había contado antes que era fanática de los perfumes de By Kilian y creo que es la primera vez que una famosa que comercializa perfumes admite llevar los de otra marca. Porque las únicas personas que llevan de verdad las fragancias que venden son los perfumistas de verdad, ¿no? Me cuesta imaginar a Shakira llevando su perfume, pero con Tom Ford no tengo dudas cuando dice, no solo que usa sus creaciones única y exclusivamente, sino que las tiene repartidas por todos los rincones de su mansión.
A Rihanna no le gustó que su amigo revelara el nombre de su perfume, confirmando mi teoría anterior: «¡Eso es un jodido secreto! Nunca le cuento a nadie lo que llevo». Demasiado tarde.
Hace unos días fui a Massimo Dutti a buscar una chaqueta que había reservado. Por si acaso, fui al probador para ver cómo me quedaba. Cuando entré, escuché susurrar a las dependientas que estaban allí: estaban hablando de mi perfume. «Acaba de entrar alguien que lleva un perfume… uno de esos que llevan las árabes… ¡ay, qué bien huele!», oí exclamar a una.
-Será el mío -dijo su compañera, acercándole el cuello para que oliera.
-No… no es este. Ay, ¿de quién será? ¡Es que me encanta! De verdad, es…
Al final asomé la cabeza por el probador y dije «es el mío». Aoud Night de Montale, para ser exactos. Lo compré hace unos meses después de intentar, sin demasiado éxito, encontrar una fragancia de oud tan deliciosa como las que había olido en mis vacaciones en Dubai. No fue tan sencillo como había imaginado porque los perfumes de oud pueden ser asfixiantes, secos y, sobre todo, muy, muy masculinos. Por ejemplo, Tom Ford vende unas fragancias de oud que encuentro horribles e imposibles de llevar.
Quería ese aroma a oud maravilloso, el que te hace abrir los ojos y mirar a tu alrededor, mientras te preguntas «¿pero qué es eso que huele tan bien?». Por desgracia, pasé meses peinando las perfumerías nicho sin encontrar nada y empecé a perder la inspiración. A veces me topaba con alguno que no estaba mal, pero es un gran error comprar perfumes con esa despreocupación desganada. Tienen que parecernos increíbles y despertar emociones distintas; si no, no terminaremos de conectar con la esencia y los dejaremos olvidados en un rincón.
Al final decidí relajarme. Le pedí a una amiga mía, una fanática de los perfumes exclusivos, que me diera muestras de todos los perfumes de oud que tenía. Pensaba tomármelo con calma y pasé varios días probando. Entre todas las que me entregó, como yo esperaba, estaba mi nuevo amor. Lo supe de inmediato porque cada vez que aspiraba la fragancia cerraba los ojos y me daban ganas de coger el primer avión que me llevara lo más lejos posible.
Cuando supo que la propietaria del perfume que había olido en el probador era yo, la dependienta de Massimo Dutti me dijo:
-Es la primera vez que le pregunto a alguien por el perfume que lleva, ¿te importaría decirme el nombre? Muchas gracias, de verdad.
No solo se lo dije, sino que antes de salir de la tienda, volví al probador con un papel con el nombre del perfume escrito, por si acaso, ya que sabía que luego no se iba a acordar, al ser una marca que prácticamente nadie conoce. No sé qué suelen hacer otras mujeres en estos casos; me gusta pensar que todo el mundo habría hecho lo mismo. No me imagino esbozando una sonrisa tipo Mona Lisa y diciendo «mmmmm, ahora mismo no me acuerdo del nombre» o saliendo del probador como una serpiente.
Dicen que el secretismo con el que las mujeres ocultan el nombre de sus perfumes se debe a dos razones: la primera, dicen, es que nos gusta hacer pensar a los demás que nuestro aroma es obra de la naturaleza, como una más de nuestras cualidades. Como si la gente fuera a pensar, decepcionada, aaaaaaah, hueles así de bien porque llevas un perfume de 250 euros. La segunda, porque no queremos que otras mujeres copien nuestros trucos y se apropien de algo que forma parte de nuestra esencia, y nunca mejor dicho.
Me encantaría olerlo la verdad, he estado mirando en su pagina para pedir muestras pero el envío es excesivamente caro y me da miedo comprarlo a ciegas. Yo uso el coco mademoisselle y todo el mundo me pregunta por el pero es verdad que es un perfume bastante masificado.
ummm, estoy en busca de mi perfume por tu culpa jijiji , hiciste bien en decirle cual usas, al fin y al cabo no es tu amiga ni nadie de tu entorno, que en ese caso ni de coña….por cierto viste a elsa pataky en el hormiguero, estaba muy guapa, creo que se puso algo en la cara porque la vi mas rellena de cara y sin nada de arrugas…creo que leyo tu blog jiji. saludos
que alegria que vuelvas a publicar, echaba de menos tu blog, saludos.
Que hay de tu perfume favorito intense Tiaré de Montale?
Te gusta más el actual de oud?
Genial post ?
Cuéntanos que te compraste ???
Un beso
No es nada fácil dar con el perfume ideal, ese que te hace sentir que serías tú si fueras un perfume. Yo llevo años buscándolo y aún no lo he encontrado. Siempre que salgo con la idea de comprarme uno vuelvo a casa con las manos vacías porque después de oler tres ya no soy capaz de decidir si me gusta alguno. Creo que el día que lo encuentre será por casualidad, a la primera y tendrá que ser un flechazo. Si no, lo veo complicado.
Lo que sí me ha pasado alguna vez, aunque en muy pocas ocasiones es pasar cerca de alguien que olía genial pero no me he atrevido nunca a preguntarle a una desconocida el nombre de su perfume. No creo tampoco que me lo dijera, claro