Bye crisis de los cuarenta. Ahora, la depre oficial empieza veinte años antes.
La semana pasada, a una amiga mía le dio bajón increíble. Ella, que no es de hundirse, estaba muy, muy deprimida. Se sentía sola y decía que no sabía qué hacer con su vida. Era triste ver cómo todas sus amigas tenían pareja y ella no. Peor aún, empezaba a darse cuenta de que muchas de esas relaciones se estaban consolidando con convivencia, matrimonio, hijos… Estaba experimentando su momento de me voy a quedar para vestir santos.
Mi amiga tiene 24 años recién cumplidos.
Antes de que se me escapara la risa, recordé que yo también me había sentido así a su edad. De hecho, puedo decir que la mayor parte de mi veintena fue un desastre. Quitando los inicios, por el entusiasmo, y el final, que fue cuando mi vida dio un giro radical que me llevó hasta el momento actual, recuerdo esos años como un completo horror. Creo que me he dado cuenta recientemente de esta realidad. El periodo de los 22 hasta los 27 fue una pesadilla apática hasta que todo, como por parte de magia, empezó a cambiar. O quizá la que cambió fui yo, y por consiguiente, pude atraer todo lo que quería.
En mi opinión, la veintena puede ser difícil y dolorosa por todas las expectativas que crea. Te dicen que estás en la flor de la vida y que son tus mejores años pero tú no lo sientes así. Luchas por abrirte camino, pero ese camino está tan plagado de decepciones que sabes que es prácticamente imposible que te consolides laboralmente durante esa década, que es lo que dicen que es lo normal. También sientes que esos son los años en los que debería aparecer el hombre ideal pero el tiempo pasa y no hay rastro de él. Ni está ni se le espera.
Supongo que el glow de las redes sociales, con tantas personas mostrando solo lo que es maravilloso e ideal, tampoco ayuda. Durante mi crisis solo existía Facebook, pero me imagino que no habría sido fácil ver a chicas de mi edad en Mykonos, Ibiza y Saint Tropez, anunciando bikinis y vitaminas para el pelo en Instagram, mientras yo no sabía qué hacer con mi vida y el insomnio me estaba matando. Aunque ahora que lo pienso, recuerdo que la época en la que estaba menos motivada coincidió con el boom de Sara Carbonero. Muchas vivimos en directo el éxito de una chica que tenía más o menos los mismos años que nosotras, y que ya conducía un todoterreno BMW, había firmado un contrato millonario con una cadena de televisión y había encontrado al hombre de su vida (el yerno ideal), que bebía los vientos por ella. Todo eso, a los 25 años.
Yo, como sé canalizar positivamente la envidia, siempre fui fan y me alegré por ella, en lugar de cogerle esa rabia tan rara que muchas chicas le tenían y que no tenía ningún sentido, por mucho que intentaran racionalizarla.
En resumen, no me gustaría nada retroceder en el tiempo. No me pasaba nada malo, pero tampoco me estaba pasando nada demasiado bueno, ¿y no se suponía que esos eran los años en los que todo iba a ser súper genial?
No es ninguna broma. Buscando información sobre la crisis de los 20, he encontrado artículos que dicen que la gente joven sufre más ahora que las generaciones anteriores. La edad en la que se empieza a sufrir de depresión ha bajado de los 40… a los 26. Ahora tenemos la crisis de los 26, con una notable diferencia: la persona de 26 años probablemente no podrá comprarse un deportivo rojo para que se le pase el bajón. Encima.
Una cosa está clara: tarde o temprano, esa crisis queda atrás. La persona renace, con las ideas más claras, una gran fuerza de voluntad y una respuesta emocional a los problemas completamente diferente. No quiere decir que los problemas desaparezcan como por arte de magia, sino que la manera de analizarlos y, sobre todo, de afrontarlos, cambia totalmente. Eso crea una espiral muy positiva que inevitablemente modifica la vida de la gente, ya que los pensamientos se transforman en hechos.
A los 40 me imagino que tiene que ser la bomba. Que todo te resbale y te importe un pimiento a un nivel insuperable.
La vida tiene que seguir su curso. No hay nada especial que pueda hacerse más que aceptar que para estar donde tarde o temprano estaremos no se puede coger el ascensor, sino que hay que subir las escaleras. Es mejor no perder el tiempo teniendo miedo, sufriendo y envidiando a las chicas que sí tienen lo que queréis.
Si yo hubiera sabido todo lo que iba a tener, habría disfrutado muchísimo más de esa década. No dejan de ser unos años que un día recordaréis con nostalgia, así que el único consejo que puedo daros es que transforméis esa incertidumbre por ilusión. Al fin y al cabo, son emociones muy parecidas.
Dios Daiquiri! Este post me viene de maravilla. Llevo varios meses sintiendo absolutamente todo lo que has escrito, y eso que tengo 20 años recién cumplidos. Soy una chica verdaderamente ambiciosa a todos los niveles. Todos. Me conformo con lo mejor y veo que nada llega y de tanto repetirme la gente que estoy en la flor de la vida y que estos son los mejores años me están dando jaquecas porque sólo quiero cumplir las expectativas y vivir mi «best life», como ya contaste en un post ? mira si estoy en modo reflexivo que he creado hasta mi propio blog para desahogarme y trazar estrategias para abrirme camino en la vida. En fin. Sólo espero que estas escaleras de las que hablas por lo menos me dejen un booty estupendo porque de verdad que estoy teniendo muchisimas crisis existenciales. Un beso enorme y gracias por todas las entradas del blog. Son verdaderos tesoros!!
lo unico bueno de mi veintena fue que podia comer lo que quería y no engordar nada jajaja
por cierto ya tengo mis Omega Radiance y que buena pinta tienen!!!!
No sabes lo bien que me viene este post 🙁
Que ganas de haber leído esto a mis 20s !.
Mis veintenas fueron bastante » perturbadoras» por decirlo de alguna manera.
Después todo se puso mejor! ( o más claro por o menos ; ) )
Yo, a punto de cumplir 41, creo que hay un problema generalizado de baja tolerancia a la frustración y falta de aceptación. A veces, por mucho que te lo curres (físico, amistad, amor, trabajo, salud, ocio) la vida tiene otros planes y todo puede salir al revés, aparte que las prioridades cambian con el tiempo y si tienes hijos ni te lo imaginas. Hay que luchar por lo que se quiere pero todo desde la aceptación y la tranquilidad, intentando disfrutar del camino, porque el tiempo no regresa.
Me ha gustado mucho este post y a mí me pasó lo mismo durante mis 20. Estaba muy decepcionada con mi vida en general y tenía mucha prisa por colocarme y zanjar cosas que se consolidaron como tú dices, cuando yo cambié y cumplí los 30. Es mucho desperdicio de tiempo, aconsejo a las chicas jóvenes que disfruten como dice el post porque esos años no van a volver.
Yo tuve la crisis con 25 años, esto es, hace tres años. Me veía perdida en todos los sentidos, dando tumbos de aquí para allá cuando a muchas de mis amigas todo les iba viento en popa. Decidí empezar a estudiar otra carrera y ahora la estoy terminando y veo que todo empieza a fluir. Muy cierto todo lo que cuentas en el post!
Hola chicas!
Ahora mismo este post me cae de maravilla, tengo 22 años y creo que actualmente gracias a las redes sociales no considero mi vida lo suficientemente buena, es como que todo debe ser «perfecto», debo mantener mi promedio en la uni, entrenar a diario, comer saludable, estar guapa siempre, dedicar tiempo a mi relacion amorosa. Estoy haciendo mi tesis y estoy teniendo una crisis existencial, no tengo un orden en mi vida, no me estoy cuidando como tanto me gusta y me estresa tanto estar así…hasta he pensado en abandonar la carrera. Sin contar la angustia de pensar que será de mi en unos 5 años, todo lo veo muy nublado…a veces quisiera tener 4 añitos y no tener preocupaciones jejeje
Y como dice Daiquirí, veo chicas en redes sociales hasta menores que yo, viajando por el mundo, con cuerpazos envidiables, un novio guapo y dinero…que a veces envidio no tener su «vida facil» pero al fin y al cabo nadie sabe que hay detrás de cada persona.
Ufff…me desahogué.
No sabía que la crisis empezaba tan temprano a los 20 :O Pero la verdad lo que si que estoy viendo es que, a la que te acercas a los 30, a la gente le entra una especie de pánico y estrés, que es alucinante. Como si a esa edad que ya has dejado la veintena atrás, tuvieras que tener tu vida totalmente encarrilada, a nivel trabajo, relación amorosa, etc etc. Y la gente no ayuda pues sólo te preguntan si tienes novio, si ya vives con pareja e incluso si ya te has casado… Lo ideal es practicar el que te la resbale todo pero a veces cuesta. Lo que dices tu Daiquiri, la crisis de los 26, supongo que es porque ya llegan los 30. ¿A vosotras os está pasando o os pasó esto?
Buff… viviendo la crisis en primera persona. Justo antes de cumplir los 25 lo tenia todo: el trabajo de mis sueños, pareja estable y con planes de boda, carrera terminada, etc.. Y en un dia cualquiera, zasca, me puse enferma, tuve que dejar de trabajar y mi pareja resultó ser un maltratador, asi que estoy empezando de nuevo a 0. Incluso se me esta cayendo el pelo, esperemos que del trauma y que sea pasajero omg lol. Ahora que voy para 26 y gracias a esta vuelta que me ha dado la vida empiezo a priorizar más cosas sencillas como la salud, mi familia y amigos. Así que el cambio empieza con una misma. Incluso he conocido a un chico top jeje, y me estan llamando de entrevistas de trabajo 🙂 Todo pasa por algo en la vida… o eso decía mi abuela.