Los Retoques de Sarah Jessica Parker

Sarah Jessica Parker es la prueba de que el dicho no hay mujer fea sino mal arreglada es totalmente cierto.

De todas formas, ¿era fea Sarah Jessica Parker antes de hacerse famosa de verdad? Yo diría que no. Las fotos dejan claro que no era Claudia Schiffer, ok. Pero tenía atractivo y atributos con los que jugar. Y en una de sus películas más populares, Hocus Pocus, hacía de bruja guapa. Yo la vi preciosa allí, pero como era una niña, en esa época no tenía malicia ni sabía ver los defectos ajenos. Luego ya sí.

Además, Sarah Jessica salió con John John Kennedy, que supongo que es otra prueba de que no estaba nada mal.

En 1998, Sarah Jessica Parker fue seleccionada para interpretar a la mujer que le cambiaría la vida: Carrie Bradshaw. El personaje era una escritora adicta a los zapatos que contaba sus experiencias sexuales y las de sus amigas en Nueva York.

Como no había presupuesto para ropa y nadie sabía si la serie iba a funcionar, los looks de las cuatro chicas eran neutros. Por decirlo suavemente. Parece increíble, con la cantidad de modelitos que se ven en las últimas temporadas y en las películas, pero en los primeros capítulos podemos ver abrigos de hombre color azul o zapatos marrones. Tampoco era raro ver a la pobre Sarah Jessica con los pechos bailando por no llevar sujetador o con sombra de ojos con purpurina para las escenas en las que tenía que salir más arregladita. Ay.

El famoso tutú rosa costó cinco dólares. La estilista de la serie, Patricia Field, lo encontró en un tienda de segunda mano.

De las cuatro protagonistas, Carrie Bradshaw era la que tenía una identidad menos definida. Con las otras, todo estaba claro. Miranda era la cínica, Charlotte la romántica y Samantha la devora hombres. Nadie, ni los guionistas ni los productores, sabía cuál era la esencia de Carrie. Se optó por dejar que el personaje fuera evolucionando sobre la marcha. Todo ello, con la improvisación y el toque personal de Sarah Jessica Parker.

En la segunda temporada vemos cómo la actriz empieza a demostrar que puede estar realmente buena con la ropa adecuada y con otro tono de tinte. También queda claro que, a veces, hay formas de llevar el pelo que no nos favorecen y ya está, como cuando vemos a Carrie con el pelo liso.

Los ingresos de la producción fueron en aumento a partir de esa temporada, pero es en la sexta donde realmente se nota el glow up de las chicas. Especialmente el de Sarah Jessica, que había estado un tiempo de baja después de ser madre. Vemos un bronceado precioso, un maquillaje espectacular con mucho iluminador Copacabana de NARS y varios cambios de tono de cabello. Bien hechos, para que no se le quedara el pelo frito como en la primera temporada.

Las cejas de Carrie Bradshaw eran muy importantes para darle frescura al personaje. Sarah Jessica Parker tenía una ceja más poblada que la otra y la maquilladora de Sexo en Nueva York utilizó un lápiz marrón para igualarlas… pero no demasiado. Las cejas demasiado perfectas y perfiladas no eran juveniles bajo el punto de vista de los estilistas de la serie, así que se tomó la decisión de arreglárselas, pero sin pasarse.

Uno de sus cambios más importantes se aprecia en la dentadura. Al principio de la serie, la actriz los tenía pequeños y un poco amarillentos. Nada terrible, pero distaba mucho de las dentaduras perfectas de los actores de Hollywood. Era necesario corregir ese defectillo.

Pero la verdad es que la evolución es un poco rara. Da la sensación de que la dentadura que luce al final de la serie no es la misma que la de las películas, donde es inevitable que se vayan los ojos a esas enormes teclas de piano.

En la primera película de Sexo en Nueva York está muy guapa y con un pelazo impresionante. Se le notan los pinchazos en las mejillas, pero por lo general, la veo radiante. En cuanto al maquillaje de ojos, no estoy segura. Los ojos azules son muy magnéticos cuando se resaltan con perfilador negro, pero el exceso de maquillaje por arriba y por abajo hizo que los suyos se vieran demasiado pequeños, como si prácticamente desaparecieran.

En la segunda peli se nota que han pasado casi tres años desde la primera. Leí muchos comentarios sobre lo «vieja» que se veía Sarah Jessica, como si para la gente fuera normal pasar por la cuarentena 100% impoluta, sin que se note nada el paso del tiempo. Eso sí, algunos detalles de su arreglo personal fueron un completo desacierto que no hizo más que echarle años encima.

Uno de ellos fue el bronceado. En la primera peli utilizaron el moreno para transmitir éxito. En las primeras escenas, se muestra a Carrie y Big como triunfadores, con amor, dinero y armonía. Había que crear un poco de contraste con Miranda y Steve, que eran todo lo contrario. Pero en la segunda peli, la estrategia no funciona del todo. Para que el bronceado pareciera saludable, había que combinarlo con mucho iluminador. Eso es lo que hacen en las escenas en Abu Dhabi, donde Sarah Jessica Parker está realmente guapa. Pero no es así en las escenas en los Hamptons, en las el moreno es mate y la piel parece más reseca.

¿Qué hay de la nariz? La actriz siempre ha tenido la nariz grande. Dicen que se la operó al principio de su carrera para hacer el cartílago un poco más pequeño, pero no tanto como para que su cara cambiara en exceso. Me lo creo, porque siempre he visto cositas en la punta de la nariz que son muy comunes en algunas narices retocadas, pero eso lo dejo para otro día.

Es sorprendente que se quitara la verruguita, que no solo es parte de su esencia propia sino de la de Carrie Bradshaw, ya que la mencionan en uno de los capítulos como algo que le gusta mucho a Mr Big.

¿Qué detalles distintos notáis vosotras en su evolución?