Nunca dejarán de sorprenderme las historias de personas guapísimas que terminan fatal, pero ésta se lleva la palma. Hacía tiempo que no leía una biografía tan esperpéntica. Es la del ex actor porno gay Ryan Idol.
Le descubrí cuando una cuenta de Instagram de memes gay que sigo subió el vídeo de la previa de una escena pornográfica. En ella, aparecían dos hombres impresionantes, uno rubio y otro moreno, bebiendo una cerveza en la playa. La belleza de ambos me llamó la atención, a mí y a todos los seguidores de la cuenta, que preguntaron «¿Quiénes son esos dos?.
Los que ya tenían una edad lo sabían, ya que se trataba de dos grandes estrellas del porno de los 90.
El moreno se hacía llamar Joey Stefano. La mismísima Madonna le incluyó libro erótico Sex después de quedarse prendada de él en una discoteca. Murió de sobredosis en 1994.
El rubio sigue vivito y coleando, pero en una cárcel de California, donde cumple condena por intentar matar a su ex novia con la tapa del WC. Se llama Marc Anthony Donais, pero hace tres décadas y con el alias de Ryan Idol, fue uno de los actores porno gay más cotizados de la industria: llegaron a ofrecerle 50.000 dólares por película, una cifra impensable para esa época y supongo que también para ésta.
En realidad, solo participó en ocho películas y estuvo activo (en sentido figurado y literal) durante seis años, pero su atractivo físico y el grandísimo hype creado a su alrededor, ya que en realidad a Ryan le gustaban las mujeres, le convirtieron en una leyenda.
El porno gay no es como el heterosexual, donde el físico del hombre no importa mucho, ya que la atención del espectador se centra en la mujer. En el homosexual, los consumidores desean por igual a todas las personas que aparecen en pantalla. Por ese motivo, los actores gay están de muy buen ver: la mayoría tienen cuerpos esculpidos, con brazos y piernas musculosos y vientres totalmente planos. En los 90, los más famosos parecían modelos de revista.
Es normal que en un mercado que exigía semejante nivel de belleza, la oferta escaseara. La solución fue fichar a a hombres heterosexuales increíblemente guapos, que accedían a meterse en ese fregado a cambio de grandes cantidades de dinero.
Cuando todo empezó, Marc Anthony Donais tenía 23 años y había sido expulsado del ejército por discutir con un superior. Nacido en Massachussets, decidió mudarse a Los Angeles después de ver American Gigoló. El personaje de Richard Gere le había inspirado y soñaba con ganar dinero engatusando a mujeres ricas. No tardó en descubrir que la vida no funciona así. Por consejo de un agente, que le dijo que rebosaba sexo, cambió de público objetivo y empezó a trabajar como stripper en clubs gay. Allí, conoció al productor Matt Sterling, que se enamoró locamente de él y le convenció para que entrenara duro en el gimnasio y se metiera en el cine X gay. Tenía la presencia y los atributos para convertirse en una estrella.
Marc Anthony era heterosexual, pero accedió cuando supo lo que iba a cobrar: «Era 15 veces lo que ganaba en ese momento. Ni siquiera sabía que existía ese tipo de porno. Luego pensé que ya que iba a meterme en esa basura, al lo menos que me pagaran bien. Fui a por el dinero».
Lo hacerse valer no le fue mal, al menos al principio. Después de elegir el nombre de guerra Ryan Idol, se sentó a negociar. Quería el protagonismo absoluto, solo mantendría relaciones en una escena, y el actor con el que iba a compartir pantalla tenía que ser una estrella consolidada (Joey Stefano). A la hora de la verdad, Ryan no consiguió ponerse a tono, por lo que fue necesario contratar a un doble de pene (se ve que esa profesión existe). A pesar de esos inconvenientes, la película fue un éxito total, con colas de más de una hora el día del estreno.
«De la mañana a noche, era una estrella. Eso hizo que me convirtiera en un egocéntrico y un desagradecido», admitió después, cuando aún seguía siendo un egocéntrico y un desagradecido.
Entonces existía una posibilidad real de hacerse rico con el porno. La venta y alquiler de cintas de vídeo proporcionaba ganancias millonarias y la prensa especializada en cine para adultos contribuía muchísimo a la creación de interés. Cuando Ryan confesó que tenía novia, el público se volvió todavía más loco por él. No hay nada más placentero que convertir a un hetero.
Poco a poco, fue cediendo. Cuando anunció que en su proximo film iba a practicar sexo oral, casi fue como cuando Leonardo DiCaprio dijo que volvía al cine después de Titanic.
La situación no tardó mucho en venirse abajo en todos los sentidos. El increíble cuerpo de Ryan tenía truco y se llamaba esteroides. La acumulación de estrógenos terminó causando que su tejido mamario creciera y el actor se quedó horrorizado cuando vio que le estaban saliendo pechos de mujer. Para más inri tenían un tamaño desigual y estaban un poco caídos. Por suerte para él, sus enloquecidos fans financiaron íntegramente la cirugía reparadora.
Ryan intentó dejar los esteroides, pero no conseguía mantener su imponente figura sin ellos. Comía mucho y mal y bebía en exceso. En tres años, ya tenía un cuerpo más tosco. En cinco, ya había subido varias tallas.
En 1996, la situación estaba totalmente fuera de control: Ryan llegaba a los rodajes con la cara tan hinchada que las maquilladoras no sabían qué hacer con él. Sentía un inmenso resentimiento por no ser capaz de sacarle el dinero a las mujeres con la misma facilidad con la que se lo quitaba de las manos a los hombres y los estudios de cine ya no querían seguir pagándole las cifras que exigía.
Por suerte para él, su última película fue un éxito tan grande que recibió una oferta de 50.000 dólares para hacer otra más. Sin condiciones y con carta blanca total para elegir a sus compañeros de reparto. Ryan les tomó la palabra. Varios actores tuvieron que volver a casa a última hora porque decidió que no quería trabajar con ellos. El día del inicio del rodaje, con todo listo para empezar, Ryan no se presentó al set. Quería retirarse.
Tras una borrachera de ginebra, se tiró de un quinto piso de un edificio de Nueva York. Caer sobre un toldo fue lo único que le salvó de morir. Con los brazos y las piernas rotos, sin seguro médico y con la cuenta bancaria a cero, vio la luz y se dio cuenta de que lo había «dado todo por sentado».
La suerte le volvió a sonreír cuando le ofrecieron actuar en Miami, en una comedia de teatro llamada Making Porn. El interés que Ryan despertó fue tal que tuvieron que extender la duración de la obra una semana más, pero uno de los productores, que ya le había conocido en el pasado, sabía que el desastre estaba por llegar. No se equivocaba. Una noche, con el aforo completo, el actor llegó 45 minutos tarde. Cuando le reprendieron por el retraso, salió con la ropa de calle al escenario y le gritó a la audiencia que no había show. Los productores tuvieron que llamar a la policía para que le sacaran a rastras del resort de South Beach donde todo el séquito estaba alojado con los gastos pagados.
«Es la historia de su vida. Así es como da las gracias. Dejándonos tirados dos días antes del final. Lo que me sorprende es que aguantara un mes entero», dijo uno de ellos a la prensa.
Su incorporación al mundo laboral del ciudadano medio tuvo lugar cuando el concejal de Birmingham, John Katopodis, le contrató para reparar ordenadores. Según Ryan, John era «como un padre» que le dio protección y consejos para afrontar la vida después del porno con la cabeza bien alta. También le consiguió un apartamento para que él y su novia vivieran allí y le prestó un traje de segunda mano para acudir a las entrevistas de trabajo. Además, le regaló un anillo de gran valor. Era un recordatorio para que, cada vez que lo llevara puesto, lo honrara comportándose con dignidad y elegancia.
Muy buen consejo.
Poco después, John Katopodis fue imputado por desviar 200.000 dólares de una fundación de caridad infantil para gasto personal en compras y vicios como apuestas, alcohol y regalos en efectivo a sus amigos. Uno de ellos fue Ryan Idol, que recibió 35.000 dólares… no se sabe bien por qué. Parte de la investigación desveló que el actor y el concejal eran amantes. Ryan Idol lo negó todo y envió una carta al diario Birmingham News explicando su versión de los hechos. El periódico no quiso publicarla a no ser que la ex estrella admitiera lo que ellos ya sabían, que los dos habían estado liados y que de ahí venía el interés tan altruista y tierno del concejal.
En 2007, sin embargo, las cosas pintaban bien para Ryan Idol. Estaba trabajando como actor en Broadway, nada menos. No tenía ningún problema a la hora de hablar de su pasado y ya admitía ser bisexual. Sus fans del porno no le habían olvidado y muchos acudieron a verle en persona. Uno de ellos contó en internet la impresión que se llevó: «Me entristeció mucho ver la pinta tan terrible que tiene ahora. Antes, era perfecto, su cara, su cuerpo, el pecho… era un dios. La gente como Ryan Idol no debería perder su increíble belleza, NUNCA. Llevaba un bigote postizo, y creo que se lo pusieron para taparle la cara un poco. Tenía el pecho flácido. Ha perdido todo el músculo de las piernas, que se le han quedado flacas. Estaba muy encorvado y ordinario».
Otros testigos contaron que simplemente había envejecido pero que seguía siendo guapo y que conservaba todo su encanto y carisma.
Otra de las personas del pasado que fue a verle fue la novia que tenía cuando empezó en el porno. Fue ella quien terminó la relación cuando descubrió a qué se dedicaba en realidad su chico. Aunque habían pasado veinte años, seguía habiendo química entre los dos y decidieron intentarlo de nuevo. La pareja se mudó a Sacramento con un amigo de Ryan que era «como un hermano» para él (ejem). La mujer salió escopetada dos meses después, cuando les sorprendió teniendo relaciones en un sofá. Ryan no aceptó ser abandonado de nuevo e intentó asesinarla con la tapa del WC. Antes, la había telefoneado diecisiete veces en una hora, una prueba que fue utilizada en su contra durante el juicio.
Su defensa fue que la agresión había sido defensa propia, pero el jurado no le creyó y Marc Anthony Donais fue sentenciado a doce años de cárcel, no sin que antes el fiscal del distrito le recordara que su «ego y narcisismo» eran básicamente las razones que le habían llevado hasta allí.
Saldrá de la cárcel en 2024.
Gracias a James, que sirvió de fuente para esta entrada.
si todos los actores heteros fueran asi me apuntaria a ver peliculas porno ????
Me ha encantado!!! Que bien volver a leerte.
Me encanta como escribes, como lo expresas, tus toques de humor, todo!!!
Pues la verdad que me ha gustado mucho la historia, a ver qué pasa en el 2024…
Más post Daiquiriiiiii !!!!
a mi igual, me ha gustado mucho el post!
Daiquiri nos contarás q te hiciste el otro dia con la doctora pla? me puso unos hilos junto a las cejas y estoy muy contenta ❤️❤️❤️❤️❤️ muchas gracias por todo lo q compartes
“No hay nada mas placentero que convertir a un hetero” ???????
Que alegría recibir tu correo, un post diferente y genial como siempre. Gracias
Pues oye, me ha encantado el post. Lo malo de ganarse la vida con el cuerpo serrano es que tarde o temprano el cuerpo serrano ya no está y si la persona no tiene muchas luces como es el caso, acabar mal es cuestión de tiempo.
A mí me parece más guapo el moreno, le he googleado y menudos ojazos tenía.
Cierto. El físico caduca, hay que esmerarse en la etapa adulta.
Sabéis algún truco bueno para cuando aparecen bolsas debajo de los ojos???
Merci a todas!