Cómo Evitar el Desastre Capilar en Verano

¿Cómo evitar el desastre capilar en verano? Es decir, la sequedad, el aspecto apagado, las puntas abiertas, etc.

No hay duda de que esta es la peor época para las mujeres que hemos nacido con un pelo complicado. Aquí es cuando todas nuestras miserias salen a la luz. Adiós a la melena brillante y bonita de la que tanto presumíamos durante el invierno. El encrespamiento, la humedad y las puntas estropajosas regresan con fuerza. Parece que la única solución es raparse al cero o pasar estos meses con moños bajos a lo victoriano.

En verano no hay forma de ocultar que somos un completo fraude.

Como todavía no me he podido organizar para reservar las cuatro o cinco horas que necesito para retocar el alisado de keratina estoy notando mucho este problema. Salgo de casa con el pelo genial y en diez minutos se descontrola por completo. Diez minutos por no decir diez segundos.

Además, me lo noto especialmente poroso, como si absorbiera todos los olores y humedades del exterior. Qué ascoooooooooooo. Está claro que sin la keratina no soy nada. El problema es que tampoco le veo el sentido a hacerme el alisado si, cuando me vaya de vacaciones: la keratina se arrastrará con la sal del mar. Creo que me toca aguantar con estos pelos hasta finales de agosto.

Me alegra saber que mucha gente que me lee está utilizando un truco del que hablé el año pasado.

No tiene mucho misterio pero sirve de mucho: aclarar el cabello, en la playa, con agua mineral mezclada con una mascarilla capilar cualquiera. Incluso tengo lectoras que tienen canales de belleza en Youtube y lo están recomendando.

Es algo muy sencillo pero increíblemente eficaz, porque en verano prevenir es la clave. Realmente, no se puede hacer mucho más aparte de ser precavidas para no llegar a septiembre con el pelo 100% estropajoso. Resumiendo un poco, lo que intenté explicar es que la combinación de sal + arena + calor + vientro es una catástrofe para cualquiera que tenga el cabello un poco complicado. Ni las princesas de melena perfecta se libran de que su pelo se resienta.

Pero lo peor no es la sal ni todo lo demás. Lo peor es dejar que esa mezcla desastrosa se quede horas y horas en el pelo, mientras tomamos el sol, nos echamos la siesta o nos vamos a comer. No nos damos cuenta, pero mientras hacemos todo eso, la cutícula del cabello se abre y empieza a actuar como esponja, absorbiendo todo lo que no debe. Por eso el pelo se estropea tanto.

Así que si no somos Brooke Shields en Blue Lagoon, lo mejor que se puede hacer es llevar a la playa una botella de agua con dos cucharadas de mascarilla capilar. Dejáis caer la mascarilla en la botella, agitáis para que se mezcle un poco y con eso ya es suficiente. Después de cada baño, hay que aclarar el pelo inmediatamente con el agua de la botella y peinar. También se puede hacer sin mascarilla, de hecho el truco universal que es más conocido y que siempre sale en las revistas es el de aclarar solo con agua y peinar, pero me pregunto quién es esa que consigue peinarse y desenredarse el pelo -después de bañarse en el mar- solo con agua. Es una mujer afortunada, eso seguro.

Con el truco del agua mineral más la mascarilla capilar, arrastramos la sal o el cloro y suavizamos el cabello al mismo tiempo. Es un win-win. No creo ni mucho menos que sea un gran tratamiento para el cabello, pero sí funciona para evitar problemas y cuidarse también consiste en eso.

Creo que fue Elsa Pataky quien dijo que en verano se ponía una mascarilla en toda la cabeza cada vez que iba a la playa, pero yo no le veo la utilidad personal a ese truco. Me daría mucha manía tener una mascarilla en el pelo, con los pegotes resbalando por los hombros. En mi caso, no sirve.

Lo bueno es que, para este truco, cualquier mascarilla que sea un poco decente suele funcionar. Utilizar una mascarilla muy cara para la playa me da un poco de rabia, así que probad con alguna low cost que sea buena es lo mejor.

Como tratamiento más intenso, he descubierto un aceite maravilloso de coco y flor de tuberosa pero creo que mejor hablo de él en septiembre, la época en la que toca reconstruir el cabello más en profundidad. A ver cómo nos las arreglamos este verano con el pelo. Ya no tenemos excusa para tenerlo todo más o menos bajo control.