Alessandra Ambrosio es una de mis modelos favoritas. Merece la pena investigar sobre su rutina de belleza.
La verdad es que si os fijáis, no es tan despampanante como otras de sus compañeras de Victoria’s Secret, como Adriana Lima, pero consiguió alcanzar el sueño de cualquier modelo profesional: convertirse en uno de los angels de la firma de lencería. Es guapa, tiene un cuerpo precioso; pero sobre todo, va sobrada de presencia y carisma.
Alessandra Ambrosio también es una de las pocas modelos que nunca se ha sometido a ninguna cirugía estética. Sus padres la llevaron a que le operaran las ojeras a los 11 años, y sufrió tantas complicaciones después de esa cirugía que nunca más quiso saber nada de los quirófanos.
Aparte del típico blanqueamiento dental, Alessandra Ambrosio siempre ha tenido la misma cara. Las fotos de sus comienzos lo demuestran.
Como cualquier mujer, Alessandra Ambrosio ha pasado por todos los horrores estéticos. Algunos son las cejas finas y muy depiladas, el cabello demasiado oscuro, mal maquillaje, piel apagada…
El gran cambio llegó cuando fichó por Victoria’s Secret. La empresa pulió y mejoró su apariencia considerablemente, explotando su imagen de brasileña bronceada, sonriente y feliz. A partir de entonces, siempre lució la piel morena y apostó por el cabello castaño y con mechas rubias para dar luz al rostro.
Al principio, como era muy joven, empezó siendo imagen de la lencería para adolescentes de Victoria’s Secret, Pink. Pero a medida que pasaba el tiempo, Alessandra Ambrosio ganaba en explosividad y belleza. Comenzó a tener cada vez más protagonismo en las campañas y desfiles de la firma. Nunca ha habido problemas a la hora de renovar su contrato. Llegó para quedarse.
Su mejor desfile fue el del año 2005. Estaba más guapa que nunca y no dejó que ninguna otra modelo le hiciera sombra. Fue entonces cuando me fijé realmente en ella y empecé a estudiar su imagen para coger ideas, ya que me parecía preciosa e ideal.
Las modelos fijas de Victoria’s Secret no solo se dedican a participar en el show en noviembre y nada más. Por contrato, tienen que cumplir con varios compromisos anuales, que suelen ser inaugurar nuevas tiendas por todo el mundo, presentar las fragancias, posar con las novedades, conceder entrevistas… La firma siempre necesita a una top carismática para cubrir esos eventos. Alessandra era una de ellas, de las que siempre estaban en todos los momentos importantes.
Sería demasiado chollo cobrar millones de dólares al año solo por un día de trabajo, ¿verdad?
Siempre me ha encantado el look de Alessandra Ambrosio en esos eventos: bronceado, mejillas jugosas y el rabillo del ojo marcado en color negro. Esto último es su seña de identidad ya que la modelo brasileña tiene los ojos muy rasgados. En algunas webs de belleza dicen que el efecto de ojo gatuno se debe a las extensiones de pestañas.
Aunque parezca increíble, Alessandra Ambrosio hizo ejercicio por primera vez después de dar a luz a su hija, en 2008. Hasta entonces, se había mantenido sin necesidad de deporte gracias a su buen metabolismo, a la genética y a la juventud. Todo eso cambió después del embarazo. Engordó dieciocho quilos y si quería participar en el desfile de Victoria’s Secret de ese año, iba a tener que perderlos todos en menos de tres meses.
Alessandra se puso a ello en serio: entrenó duro todos los días, con una rutina que incluía cien abdominales. Siguió una dieta de solo 1200 calorías diarias, que no se saltó ni una sola vez y que confesó años después que fue «horrible» y que la «odiaba».
Luego se quejó de que su cuerpo nunca volvió a ser el mismo después de ser madre. Aunque por las fotos del desfile, nadie lo diría.
Después de su segundo embarazo, en 2013, cometió el clásico error de las famosas que tienen miedo de engordar después de los embarazos: adelgazar en exceso. Estuvo un tiempo un poco demacrada de rostro, pero por suerte, fue una fase que duró poco.
Alessandra Ambrosio fue una de las primeras famosas en sustituir la taza de café de Starbucks por un zumo verde. También es consciente de que la importancia de beber agua: la hemos visto muchas veces con su BKR, la botella de vidrio que tanto gusta a las celebrities.
Como buena brasileña, le encantan los cocos naturales.
Su rutina fitness se centra en tres técnicas: ejercicio en barra, pilates y cardio. Me parece una rutina muy correcta y con la que se pueden conseguir muy buenos resultados.
A diferencia de sus compis de Victoria’s Secret, a Alessandra Ambrosio no le gusta demasiado el boxeo. Un mes antes del desfile, elimina completamente los carbohidratos de su dieta y durante la semana anterior solo toma zumos verdes, fruta y proteínas. El mismo día del show toma solo un zumo de vegetales, sin nada de fruta, para evitar la inflamación estomacal causada por la fructosa.
No es muy de caprichos: ha reconocido que como snack entre horas prefiere un puñado de almendras en lugar de unas galletas. Y por supuesto, le encantan los suplementos de belleza para el cabello y la piel.
¿Os gusta Alessandra Ambrosio?