Ultherapy, el Lifting Sin Cirugía de Hollywood

Hora de hablar de Ultherapy, un tratamiento que va haciéndose cada vez más conocido. Dicen que es muy eficaz, pero antes de aventurarse a probarlo, os recomiendo que leáis esto.

Escuché hablar de Ultherapy hace unos años, en un foro de cirugía estética estadounidense. Varias usuarias lo estaban pasando mal por culpa de una especie de lifting sin cirugía que se hacía mediante ultrasonido. Después de dos meses de buen resultado, las mujeres que probaban Ultherapy se quejaban de que habían perdido toda la grasa facial y que la piel se les había quedado colgando como consecuencia.

Ni las famosas se libraban, ya que en ese foro aseguraban que la mismísima Jennifer Aniston era otra de las afectadas, además de otras actrices y modelos que habían pasado de tener la cara normal a aparentar diez años más de la noche a la mañana.

¿Especulaciones o verdad verdadera? Jennifer Aniston había contado en varias entrevistas que Ultherapy era su tratamiento de belleza favorito. Curiosamente, la actriz es una de esas mujeres que desapareció un tiempo y regresó ante los medios diferente y algo hinchada, como si hubiera tenido que inyectarse grasa por toda la cara. Eso encajaba con el testimonio de las mujeres anónimas que habían tenido que recurrir a las inyecciones para recuperar el tejido adiposo que habían perdido después de probar la terapia.

¿Qué es Ultherapy? Se trata de una tecnología que genera calor y contracciones internas en la piel, provocando la elevación de los tejidos de forma no invasiva. La temperatura que se llega a alcanzar es de unos 70º y ese proceso da lugar a una respuesta de la dermis llamada neocolagénesis.

Esa respuesta hace que el colágeno se renueve como por arte de magia. El resultado es un agradable estiramiento natural sin los peligros, el post-operatorio y los efectos secundarios de un lifting tradicional. Después de ser aprobado por la FDA, Ultherapy empezó a venderse en Estados Unidos. El público objetivo eran mujeres de treinta y muchos o cuarenta y pocos, sin signos preocupantes de envejecimiento, pero que se sometían a Ultherapy para «mantener» la frescura y retrasar el paso del tiempo.

En Realself, una de las comunidades de cirugía plástica más visitadas de la red, vemos un porcentaje de satisfacción del 60%. Los casos de éxito son espectaculares, con clientes reportando un gran efecto tensor que hace que parezcan más jóvenes y tersas. Las reseñas negativas, en cambio, se quejan de que la terapia destruye la grasa subcutánea de la piel, causando justo el efecto contrario al deseado. El desastre afecta a las mejillas, el mentón, el cuello, y la cuenca de los ojos.

Las fotos son reales y las colgaron mujeres que dicen haberse sometido al tratamiento Ultherapy.

Esas mujeres tuvieron que aguantar que los médicos les dijeran en sus propias caras que la pérdida de volumen que estaban experimentando de un día para otro se debía a la edad y no a Ultherapy. La mayoría vivieron un infierno de tratamientos alternativos, liftings y rellenos con su propia grasa para recuperar las caras que habían perdido. Aconsejaban probar suplementos de belleza como el colágeno o la astaxantina para reforzar la belleza de la piel y conseguir mejores resultados con la reparación.

¿Significa eso que Ultherapy es un tratamiento peligroso? No. La terapia ha superado todos los controles de calidad para ser aplicada de forma segura en toda la Unión Europea. Está aprobada para esculpir y rejuvenecer el cuello, el escote y el tercio superior e inferior del rostro. Pero como no se han llevado a cabo estudios que certifiquen una mejora en la flacidez, tampoco se puede negar que el uso de Ultherapy provoque un empeoramiento de la misma.

Los laboratorios Mertz, los propietarios de la terapia, solicitaron a la FDA comercializarla para el rostro completo. La FDA rechazó su petición debido a la falta de pruebas que pudieran demostrar que su uso era seguro en toda la cara. Curiosamente, todas las mujeres que han tenido problemas la habían recibido en las mejillas y en los pómulos. Peor aún, algunas de ellas se sometieron al tratamiento en manos de enfermeras, no de médicos titulados. Doctores estadounidenses como Thomas Tzikas han reconocido estar atendiendo a mujeres con signos de envejecimiento prematuros después de un segundo o tercer tratamiento.

Por lo tanto, parece evidente que los problemas con Ultherapy aparecen si el tratamiento es aplicado de manera errónea por un profesional no cualificado. La conclusión es que la única forma de que el tratamiento sea exitoso es poniéndonos en manos de un médico que sepa exactamente dónde tiene que aplicarse Ultherapy y dónde no.

El departamento legal de los laboratorios Mertz se puso en contacto conmigo para que eliminara esta entrada, algo a lo que no he accedido. Creo que es importante avisar a la gente de lo que puede suceder cuando esta terapia se aplica de manera negligente. Al médico no le pasará absolutamente nada gracias al consentimiento firmado, pero las mujeres afectadas no recuperarán su cara si el tratamiento sale mal. Y la ley tampoco las va a respaldar.

Mi opinión es que puede ser algo beneficioso para combatir la flacidez facial y mantener la lozanía, pero es necesario informarse bien para evitar que se lleve a cabo de la manera equivocada. Si no, las consecuencias pueden ser realmente devastadoras.

Si os interesa, la mejor recomendación es que busquéis un lugar que ofrezca garantías para que el tratamiento sea un éxito.