La Regla Número Uno de la Seguridad

La Regla Número Uno de la Seguridad

La regla número uno de la seguridad consiste en ignorar totalmente la opinión de los demás.

La seguridad en una misma es lo primero que una mujer debe llevar puesto antes de salir de casa. ¿Es así, realmente? ¿Es la seguridad un accesorio más? ¿Solo la necesitamos en ciertos momentos? Está claro que no: la seguridad debería ser parte de nuestra personalidad y nuestra esencia. Pero claro, hablar es fácil. Este tema es demasiado complejo como para reducirlo a unos cuantos consejos banales.

Aprender a ser una persona segura de sí misma es un trabajo agotador que probablemente no llegue a completarse nunca. O no del todo. Después de haber logrado alcanzar un nivel aceptable de seguridad, podemos cometer un error y volver a los pensamientos negativos del pasado.

Incluso mujeres tan maravillas como las actrices de Hollywood pueden ser terriblemente inseguras. Solo tenemos que recordar lo que le sucedió a Angelina Jolie en la gala de los Oscar de 2012. Esa noche, Angelina llevaba un vestido negro con una abertura que dejaba prácticamente toda la pierna derecha al descubierto. Ése era un efecto deseado, ya que la actriz se pasó toda la noche exagerando el efecto, sacando la pierna hacia afuera en una pose ciertamente ridícula. Que su pierna fuera delgada y huesuda empeoraba el efecto.

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Al tratarse de una estrategia, la actriz disfrutó mucho posando en la alfombra roja, rebosando esa seguridad tan característica en ella cuando sabe que está absolutamente radiante. Dejando aparte la pierna, la actriz estaba magnífica. Parecía evidente que Angie iba a liderar la lista de las más elegantes, un premio que consigue siempre que acude a los premios, gracias a su apuesta por el color negro y a las piezas de joyería más exquisitas del mundo.

Angelina Jolie continuó enseñando pierna cuando le tocó presentar uno de los premios. Lo que la actriz no podía imaginar era que el premiado, Jim Rash, iba a echar por tierra toda la seguridad de la estrella de cine. El guionista recogió la estatuilla imitando la pose de Angelina con la pierna a un lado, lo que hizo que todo el teatro Kodak estallara en carcajadas… y que Angelina se diera cuenta de que había estado haciendo el ridículo toda la noche.

Cuando volvió a salir al escenario para presentar el siguiente Oscar, la actitud de Angelina ya no era la misma. Estaba mucho más apagada, y sorpresa, tenía la pierna medio escondida.

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Que un simple guionista echara a perder el trabajo de un estilista, un diseñador y varios maquilladores nos dice mucho de lo frágil que puede ser la seguridad de una mujer. Es cierto, Angelina estaba ridícula, pero ella no era consciente de ello. Era su noche. Estaba encantada y feliz. Y mi opinión es que tenía que haber seguido con su pose hasta el final, hasta que terminase la gala. Luego, al día siguiente, ya podría alucinar al ver las burlas en las redes sociales y en la televisión. Se sentía sexy con al pierna hacia afuera, ¿verdad? Pues tendría que haber seguido así hasta que se hubiera metido en la limusina de camino hacia casa.

Una mirada, un desprecio, un comentario, o un simple rechazo pueden derribar nuestra seguridad como si de un castillo de naipes se tratara. Aunque tengo muchos ejemplos más, eso nos lleva a la regla número uno de la seguridad:

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Esta frase, que traducida significa que la confianza no es pensar «les gustaré», sino «no importa si no les gusto», tiene que estar grabada a fuego en nuestra cabeza, siempre, en todo momento, todos los días y a todas horas, porque es muy fácil que una mujer se venga abajo por las opiniones de los demás. ¿De dónde ha salido esta frase, tan sencilla, pero tan cierta? Al parecer, la pronunció Christine Grimmie, una cantante y compositora que murió hace unos meses asesinada por uno de sus fans. Me sorprendió mucho saber que una frase tan genial era obra de una chica joven.

Y esta frase es la regla número uno de la seguridad. Se aplica a los rechazos amorosos, a los fracasos, a las miradas que no nos gustan, a los roces inexplicables en nuestras relaciones sociales, a la forma de vestir…

Es muy frecuente hundirse ante una mirada de indiferencia, una mala opinión, un desprecio o directamente un abandono por parte de alguien que nos gusta. Yo misma, cuando era más joven, dejé que una opinión ajena acabara con mi seguridad e hiciera que me comportara de una forma extraña delante de la persona que realmente me interesaba. Pero me sirvió de mucho, porque aprendí la lección, y no permití que algo así volviera a ocurrir nunca más.

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Eso sí, recordad que la seguridad no tiene nada que ver con la arrogancia. Una mujer segura de sí misma no tiene ninguna necesidad de demostrarlo, ni siquiera en pleno momento de me resbala ante los desplantes ajenos. Las opiniones de los demás no tienen que importarnos, pero son respetables; no tenemos por qué gustar a todo el mundo. Nada de reaccionar con altivez, o mirando por encima del hombro a nadie: no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, como dice nuestro sabio refranero.

8 Comments
  1. Me parece una falta de respeto enorme lo que le hicieron a Angelina. A lo mejor al comino ese le daba envidia que nadie lo mirase. ¿Qué hubiera pasado si hubiese hecho la burla otra mujer? Estoy segura que hubiesen salido miles de artículos hablando de la envidia femenina y lo malas y crueles que somos entre nosotras.

  2. increíble este post Daiquiri! Creo que la seguridad en una misma es la base para todo! Es muy difícil adquirirla, pero una vez que confías en ti puedes comerte el mundo.
    Me voy a grabar esa frase a fuego!
    Por cierto, ya va hacer un mes casi que estoy usando el dermaroller, la diferencia en mi piel es abismal, no se como te estará yendo a ti. Lo estoy usando 2 veces en semana y estoy encantada! Aunque he de decir que he sido más bruta y me compré el de 1,5!
    Un saludo!!!

  3. Y rizando el rizo, eso también se aplica a las familias, ya que desde que somos pequeñas muchas veces debemos escuchar como nos comparan con esta o aquella, como hablan de tu cuerpo y muchas veces por bromear sabotean tu autoestima. La gran mayoría de las veces estas heridas se sanan muchos años más tarde , si es que se sanan. Que bello leer sobre empoderarnos y defender nuestra seguridad , y por sobre todo trabajar para habitar un cuerpo en el que nos sintamos a gusto. Gracias Daiquiri una vez más.

  4. Me alegra muchísimo ver que estás publicando tantos artículos en estos dias!! Espero leer pronto algo sobre retoques estéticos. Estoy buscando informaciones sobre el brow-lift,para abrir la mirada y los ojos…he leído que muchas modelos,miss universos lo hacen. Un saludo

  5. Hola! Este post me ha ido muy bien porque justamente estos últimos días estoy sfriendo un brote de inseguridad… y no me gusta nada…
    Creo que me voy a regalar el dermaroller para navidad… me gustaría saber más antes de hacer la inversión. Muchas gracias

  6. Me encanta tu última frase Daiquiri, » la seguridad no tiene nada que ver con la arrogancia»
    Así es, no hay nada mejor que una mujer que no necesita demostrar nada, no es altiva y trata con educación y respeto a los demás, yo incluso pienso que esa actitud interior se refleja en el exterior, en tus rasgos y en lo que transmites a los demás.

  7. Daikiri! Sabes, me gusta taanto tu blog y te sigo desde hace un año. Antes lo leia cada día hasta que estas semanas tengo mucho trabajo y se pospone la lectura para el finde. Pues veo que se esta convirtiendo en una rutina de lo mas placentera,porque el sabado bajo a desayunar algo rico:) y empiezo a leer el material de toda la semana! Y mencanta:) es mi momento de chica que lo disfruto mucho! Si se crean estas emociones,haces mucho mas que un blog! Un abrazo!

    1. Hola Zalina! Muchas gracias 😉

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